ver parte 1 (...) Y qué mejor muestra de que los Rolling Stones seguían vivos que firmar un multimillonario contrato con Virgin Records para cinco discos, en 1991. Sin embargo, lo que marcaría la historia stoniana ese 1991 fue la huída de Bill Wyman del grupo. Efectivamente, el bajista al final hizo lo que llevaba años amenazando, largarse. De hecho, sus primeros intentos fueron a finales de los 70’s, pero siempre le convencían los otros miembros. Claro que en 1991, Wyman tenía ya 55 años y, sencillamente, no se vio diez años más viviendo como un stone. De hecho anunció su intención tras la gira, pero fue a la firma del contrato cuando todo el mundo se dio cuenta de que la cosa iba en serio, porque Bill nunca llegó a firmarlo. Mick Jagger y Keith Richards se sintieron traicionados y se sucedieron cruces de declaraciones desagradables. A decir verdad, no creo que la banda, por lo menos musicalmente hablado, se resintiera. Digámoslo claro, Bill Wyman es un sosainas y tiene menos carisma que un pie de micro. Buen bajista, desde luego. Buen amigo, especialmente de Charlie Watts y Ron Wood, también. Pero Bill Wyman era el único miembro sustituible de la banda. El que salió ganando con la nueva situación contractual fue Ron Wood, a quien por fin se le reconoció como miembro activo de la banda. En los contratos, Mick y Keith van a partes iguales, Charlie se llevaba menos y Ron Wood algo menos que Charlie, pero era legalmente considerado (y por vez primera tras 15 años de militancia) un Rolling Stone de pleno derecho.
Así que había que grabar nuevo disco, y así lo hicieron. En plena era grunge, The Rolling Stones tenían la osadía de publicar un trabajo. Era 1994 y lo titularon “Voodoo Lounge”. Y se puede decir sin rubor que se trata de su mejor disco desde aquél ya lejano “Tattoo You”, y a la postre, lo mejor que han grabado en estudio desde 1980 hasta la actualidad. Varias son las razones. En primer lugar, no ficharon a una vieja gloria como bajista, sino que serían una banda sin bajista entre sus miembros, usarían un músico de sesión. Adiós Bill Wyman, hola Daryll Jones. Se trataba de un bajista negro y de bases funky que se acopló a la sección rítmica sin pestañear. En segundo lugar, acertaron de pleno con la producción, un sorprendente Don Was (de los Was not Was) le dotaba a la música de los Rolling Stones de la pátina de modernidad justa pero necesaria. En tercer lugar, adoptaron el rol de viejos zorros, de monarquía del rock, reutilizando sus viejos tópicos, incluyendo referencias al ocultismo en la carpeta del disco. Cuarto, usaron los medios que el nuevo sistema musical les ofrecía, y su videoclip de “Love Is Strong” se vio en todo el mundo bombardeado por la MTV. Y en quinto lugar, y lo más importante: grabaron una colección de canciones potente, rockera, con el eclecticismo justo y crearon un disco que no me cansaré de recomendar. Yo descubrí a los Rolling Stones con ese disco, no sé ni cuantas veces llegué a escuchar esa vieja cinta de casette original.
A ver, no nos pongamos nerviosos. El primer single, la mencionada “Love is strong”, ya nos lleva a un rock puramente stoniano. Pero es que el segundo corte, “You got me rocking” se convierte de golpe en un clásico que no desentonaría en, por ejemplo, “It’s Only Rock’ n’ Roll”. Hay dos temas de Keith, en esa onda de viejo baladista que ya mostró en “Slipping Away”. Especialmente inspirado es la folkie “The Worst”. Y hay más. Baladas más clasicotas, tex-mex con la colaboración del acordeón más grande de la frontera, el de Flaco Jiménez, funky en la cachonda “Suck on the jugular” o rock más cincuentoso en “Mean disposition”. Sorprendentemente, y en un truco de ilusionista, esos viejos millonarios hacen de stones frescos y originales, y aunque sabemos que ya no son ni frescos ni originales, el truco les sale efectivamente bien. En definitiva, uno de los discos que guardo en mi substrato personal. Lo siento, no puedo ser objetivo con él.
A finales de 1994 comenzaría el Voodoo Lounge Tour en USA. Y sorprendentemente, la banda se encuentra más en forma que en su anterior gira. Cierto, han pasado cuatro años, y los Rolling Stones cuentan ya con medio siglo encima, pero también hay que decir que en el Steel Wheels Tour volvían tras un retiro de 7 años en un escenario, y claro, eso pesa. Sorprendentemente se muestran mucho más frescos que ninguno de los miembros de su generación o incluso posteriores (de pobre espectáculo se puede calificar, por ejemplo, el conato de retorno de The Who en esa época). Probablemente están más tranquilos. La gran prueba de fuego del retorno, aunque nunca se hubieran ido del todo, era su gira anterior. Ahora ya saben que tienen a un público ansioso, y no se compone solamente de nostálgicos, como el público que tiene ahora mismo, por ejemplo, Bachman Turner Overdrive. Nuevas generaciones de rockeros adoran a los Stones y llenan los fosos de los estadios, dejando las gradas a los nostálgicos.
Por otra parte, en esa época el rock, vía grunge y similares, está de plena moda, y medios como MTV o revistas como Spin estaban haciendo una promoción de los sonidos más guitarreros como hoy en día se echa de menos. Y por supuesto, The Rolling Stones son un grupo fetiche a adorar. En su gira americana cuentan, además, con teloneros de auténtico lujo, como Pearl Jam, Smashing Pumpkins, Red Hot Chili Peppers, Primal Scream o los Black Crowes, quienes curiosamente se divertían criticando el retorno de los Stones a la palestra, aunque yo creo que era más porque les divertía crear polémica y dar titulares. En cualquiera de los casos, me quedo con una frase de Keith Richards que decía “en el 79 los grupos punks decían que éramos viejos y estábamos acabados. Pues bien, ¿quién está acabado ahora?”. Pero aunque tenían teloneros muy interesantes, en esta ocasión los Stones consideraron que no necesitaban de “ayudas” y casi nadie se subió al escenario de sus majestades a compartir algún tema con ellos.
Realizan gira por medio mundo (especialmente intensos los shows de Argentina) y recalan en Europa. Pero, y aún no sé por qué, aunque me jodió mucho, en España sólo tocan en Gijón. Con todos mis respetos a Gijón, todavía no sé qué se les pasó por la cabeza a los promotores de este país. (continuará)
Canciones:
The Rolling Stones: "You got me rocking"
The Rolling Stones: "The Worst"
The Rolling Stones: "Sweethearts together"
1 comentario:
gracias... yo también creo que es una suerte tener a una leyenda en tan buena forma, viendo que ya no tenemos a los beatles, ni a jimi hendrix, ni a led zepp, los who nos dejaron demasaido tiempo solos y de deep purple no se puede decir que estén en buena forma
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