domingo, 21 de enero de 2007

Regresión

La intención no era hablar de Rocky Balboa. Lo que pasa es que vengo de verla y me ha gustado bastante. Sí, ya lo sé, no es muy original elogiar la cinta, ya que todas las críticas han sido, en mayor o menor medida, positivas. Y en un alarde de originalidad, me temo que haré lo mismo. Porque la gran virtud de Rocky Balboa, para mí, ha sido hacerme sentir como un niño, disfrutar del personaje de Rocky, por sobado que esté, de las escenas del entrenamiento con esa pieza musical mítica,y por supuesto, disfrutar también del combate. Y salir del cine con ganas de enfundarme un chándal gris, un gorro de estibador y liarme a subir corriendo las escaleras mientras tarareo la melodía que debería sonar en la cabeza de cualquier deportista entrenando.

Quiero destacar que la película no sólo me ha gustado por su factor nostálgico. De vez en cuando, supongo que necesito una historia bienintencionada, de esas que predican la amistad, el amor, la superación, la lucha, el respeto y el valor. En su justa medida no está mal. Y un poco de bis cómica que le quita hierro al asunto. No hay que darle más vueltas, igual que no hay que darle más vueltas cuando uno lee un cómic de Tintin o de Spiderman. Son héroes y punto.

Chúpate esa, Mason Dixon!

Hay que reconocer que Stallone ha sido valiente, porque recuperar a sus años un personaje tan clásico, pero que había estado arrastrado por el fango en las últimas secuelas, era un riesgo. Y también que ha sido inteligente y ha sabido dotar a la película de una serie de virtudes que le hacen salir airoso. En primer lugar, va al grano, recuperando el personaje sin ahondar en subtramas estúpidas. En segundo lugar, la escena del entrenamiento recupera, no sin humor, la escena mítica de la primera secuela. En tercer lugar, el combate no ocupa más tiempo en pantalla del necesario, por lo que no llega a agobiar, al contrario, resulta trepidante. Y finalmente, es un acierto que la peli dure sólo 100 minutos, tiempo más que suficiente para contar esa historia, sin dar pie al aburrimiento.

Si antes reivindicaba mayor duración en los conciertos, ahora reivindico películas más cortas. Me da la sensación que últimamente cualquier película dura un mínimo de dos horas, aún cuando se trate de historias que no requieren, ni de largo, tanto minutaje. Para mi gusto, cualquier película que dure más de dos horas, o se trata de una obra maestra, o es que está mal rodada, y acaba aburriendo por momentos. Minipunto, pues, para Stallone, un tío que, todo sea dicho, no rodaba nada mínimamente decente desde aquella lejana Copland. Así que más que recomendable para una tarde de domingo.

Canciones:

R.E.M.: "Crush with eyeliner"
Jeff Beck Group: "You shoock me"
Backyard Babies: "U.F.O. Romeo"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El otro dia emitieron en Cuatro Evasión o victoria... con Pelé y Sylvester haciendo de guardameta.

kar dijo...

pues no sé si sabías que john huston acabó hasta los cojones de un stallone que se creía una estrella y quería protagonizar jugadones en las escenas de soccer. Y que algunos jugadores de la liga escocesa participaban en la peli, pero su acento era tan jodidamente cerrado que tuvieron que doblarlos... en la versión original!!! (me viene a la cabeza el bedel Willie de los simpson)

Anónimo dijo...

jaja