lunes, 22 de enero de 2007

La ventana de Gorina

En la anotación de hoy quiero hacer un pequeño homenaje a un tipo que sabe de cine y además es capaz de transmitir su pasión por el mismo. Hablo de Àlex Gorina, quien lleva un montón de años al frente de un programa de radio en Catalunya Ràdio (la emisora de la Generalitat) llamado La Finestra Indiscreta (la ventana indiscreta, en catalán). Lo cierto es que no sé cuánto tiempo lleva en antena La Finestra Indiscreta, pero sí sé que he escuchado ese programa desde hace unos doce años. No religiosamente cada semana, pero sí a rachas, de tanto en tanto.

La verdad es que hacía mucho tiempo que no lo escuchaba, y lo pillé por casualidad el sábado pasado. Gorina tiene, para mi gusto, una cualidad que le diferencia de una mayoría de críticos de cine, y es el hecho de no marcar esa diferencia entre crítico (on the top) y el resto del mundo. Me agobian mucho esos críticos que si una película huele un poco a comercial no tardan en cargársela (sin ser necesaria la asociación comercialidad = calidad), y que se enfrascan en sesudas disquisiciones sobre películas sin entrar en lo que realmente importa en cine, para mi gusto, entretener (que no quiere decir hacer gracia) y transmitir sensaciones.

Quién no ha hecho esto alguna vez (con o sin lente)?

Àlex Gorina es capaz de hacer definiciones de películas como la que le escuché de Apocalipto, de Mel Gibson. Para hablar de la desmedida pasión de Gibson por las torturas variadas y la hemoglobina en pantalla, decía de ella algo así como “es como cuando un niño pequeño se hace caca. Si te descuidas, el niño se hará caca y comenzará a jugar con ella, embadurnándolo todo de caca”. No me negaréis que tiene estilo.

El tipo en cuestión no es ningún novato, y además de uno de los críticos oficiales de la cadena de radio, fue durante muchos años el director del Festival de Sitges, y participa en escuelas y seminarios de cine.

Tengo un buen recuerdo de cuando hace años me comenzaba a interesar por el cine y entonces escuchaba religiosamente su programa, que contaba con la participación telefónica de los oyentes como uno de los pilares. Y durante un par de veranos condujo también el típico programa nocturno en el que además del cine, se hablaba de literatura, de música y de teatro, principalmente. Entonces me hacía sentir muy identificado con ese programa, cosa que a los 16 años creo que es algo importante.

En fin, que volver a toparme con Gorina y con su Finestra Indiscreta (Catalunya Ràdio, los sábados noche -o más bien domingo madrugada- de 0h a 2h) después de mucho tiempo, ha sido agradable.

Canciones:

The Bellrays: “Fire on the moon”
The Clash: “Guns of Brixton”
Redd Kross: “Jimmy’s Fantasy”

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices sobre las películas, que su mayor función ha de ser entretener y transmitir emociones. Desde aquí reivindico el derecho a ver peliculas comerciales o leer libros "comerciales" y disfrutar de ellos.
¡Lectores dle Código Da Vinci venid a mi¡

kar dijo...

exactamente... a mí me gustó "El código da vinci"... y qué? en estas cosas suele haber mucha pose.

Anónimo dijo...

Amen a lode de las pelis cortas!!
lae

DumDumBoy dijo...

A mi también me gustó el codigo Da Vinci, me parece que cumple perfectamente su función, que es entretener sin más.
Esta claro, que en determinados momentos el cuerpo (mente en ese caso) te pide lo que necesita. A veces se necesita desconectar y un libro o una peli ligerilla es altamente recomendable.
No me creo esa gente que puede alimentarse sólo a base de Dostoievski.

Anónimo dijo...

Pues a mi el codigo da vinci me parece una soberana memez y una pérdida de tiempo, y maldigo las dos tardes que empleé en leer semejante bodrio.

Anónimo dijo...

o tres

kar dijo...

pues no entiendo exáctamente qué te disgutó tanto del libro... la trama era interesante y engancha, los personajes tremendamente planos, eso sí, pero la acción es trepidante y la estructura de las pistas es ingeniosa... en fin, es lo que tienen los gustos, supongo