martes, 20 de febrero de 2007

La (verdadera) magnitud de la tragedia

Esta historia me la explicaron no hace mucho. Te la puedes creer o no. Resulta que un tipo llama a una amiga suya, le dice que tiene un problema. Pero antes, pongámonos en antecedentes. El tipo tiene poco menos de treinta años, y está felizmente casado con la que había sido la novia de toda su vida. Pero tiene algo que le amarga, y que no sabe muy bien si explicárselo o no a su amiga. “Es que te vas a escandalizar”, le dice. Pero al final accede a explicárselo.

Resulta que no pueden gozar del sexo porque, por lo que parece, nuestro hombre resulta que tiene un rabo descomunal, que al querer practicar una penetración, hace que a su mujer le duela. Y el problema se agrava porque además, quieren tener hijos. Ella va al ginecólogo, quien le recomienda ciertos remedios a base de pomadas y demás, que faciliten lubricación y dilatación. Pero no hay manera. Ya intrigado, el ginecólogo le pide a la chica que traiga a su marido, para ver el aparato y tomar verdadera constancia de la situación: queda sorprendido. Hay alguna solución a priori, que pasa siempre por el quirófano, practicando una pequeña incisión en el caso de ella, o bien haciendo una especie de fimosis en el caso de él, ya que al parecer el problema es más por diámetro que por longitud.

John Holmes al parecer no sufría estas paradojas de la vida

Resulta curioso cómo lo que para cualquier hombre en el mundo sería una bendición para nuestro protagonista es una putada que le amarga. Está enamorado de su mujer, y no ha follado nunca con otra persona, por lo que no sabe si “el problema” se podría reproducir si cambiara de pareja. Cosa que, por otra parte, tampoco se ha planteado. Aunque las dudas ya le asaltan, e incluso se le pasa por la cabeza usar los servicios de una profesional (you know). Pero qué pasaría si probara con otra mujer? Y si se da cuenta que con otra, profesional o amateur, la cosa es satisfactoria? Qué hacer? Desde luego, no deja de ser una broma cruel de la vida, cuando existen mujeres que pueden trabajar con armas de gran calibre y tipos que dejan a cualquier equino al nivel de Boris Izaguirre, el tener tal incompatibilidad física con tu pareja. Y no quiero plantear la anotación de hoy con ninguna clase de moraleja, del tipo “el tamaño no importa” -es obvio que sí- o “hay que conformarse con lo que se tiene, porque podría ser peor”. Pero de lo que no cabe duda, es de que vivimos en un mundo extraño.

Canciones:

The Doors: "People are strange"
Gov't Mule: "Life before insanity"
Squirrel Nut Zippers: "Afterlife"

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo curioso es casarse sin haber tenido nunca sexo placentero y preocuparse después. No sé, resulta extraño a estas alturas de la vida a no ser que tengan una foto del Papa encima de la tele.

Anónimo dijo...

Hablemos de sexo:

A mi lo que me parece es que la historia resulta bastante inverosimil, porque, vamos a ver, si por ahí puede salir un bebé, es seguro puede entrar un miembro, por mucho diámetro que tenga, prueba de ello es el hecho de que el protagonista cree que con otras mujeres eso no le pasaría. No puede ser para tanto. Estoy convencida que hay formas de dilatar la vagina y evitar que duela. Igual esa pareja no puede echar un quickie, pero por lo demás podrían disfurtar una excelente vida sexual si ambos pusieran de su parte.
Fdo: Dra. Ochoa.

DumDumBoy dijo...

Joder dracma, con la comparación con parir te has pasado...
Si cada polvo fuera como tener un crío no creo que fuera muy placentero.
Por otra parte, hay que tener un diametro muy brutal como para no encajar correctamente, es más yo diría que se tiene que dar una incompatibilidad mutua: diámetro desmesurado, oquedad infima.

Anónimo dijo...

Dumdumboy, ¡como se nota que nunca has parido!...












aunque, ahora que caigo yo tampoco. Cuando nazca la pequeña Lorelai Priscila Nube os informo de si duele, pero según mis fuentes casi ni te enteras.

kar dijo...

quickie... y yo que siempre había pensado en kiki como la ortografía correcta...

kar dijo...

quickie=kiki... biba la hortografya

DumDumBoy dijo...

Quickie es la expresión en inglés algo asi como "un rapidito", expañolizada y reconvertida en kiki.

Anónimo dijo...

Sasto, es lo que dice Dumdumboy, un quickie es "un rapidito",un "vini, vidi, vinci", que es lo que esa pareja no puede hacer.

Por lo demás, es una hignominia y una hafrenta suma ke hoses dudar de mis conocimientos Hortojráficos. Una berguenza bergonzante.

Me boy de este qomentario.

kar dijo...

con lo castizo que queda echar un polvo...