24 de diciembre. Supongo que no soy más que un romántico, o que mi madurez, una vez más, da muestras de estar bajo mínimos, o que soy un animal domesticado por esta sociedad corrupta y vendida al vil metal. Pero me gustan las navidades. Me gusta este punto hortera que tienen. Me gusta recibir regalos y hacerlos a quienes aprecio. Me gusta hincharme a comidas pantagruélicas y dulces varios. Me gusta ver los especiales de navidad de Los Simpson. Me gustan mucho los estándares navideños americanos. Este año hay dos discos que me tienen absorbido. Uno repite posición, “Boggie Woogie Christmas” del gran Brian Setzer con su Orquesta, el otro es “Christmas” del no menos grande Chris Isaak, un tipo al que se le echa mucho de menos en el circuito musical de discos/giras, que tiene muy abandonado a favor de su faceta de actor y presentador de la tele. Un año más, tengo varios días de vacaciones en estas fechas, lo cual, obviamente no está nada mal. El tema familiar no me agobia, mi familia es poca y mal avenida, por lo que las reuniones no son muy diferentes en número de las que se podrían hacer para un cumpleaños, por ejemplo.
Pero puedo entender que haya gente que se sienta agobiada en esta época. En general el ambiente se pone muy pesado con el tema de la paz, el amor y la felicidad, y hay estados de ánimo en los que sencillamente, no estás feliz, ni quieres a nadie, y la paz te importa un carajo. También entiendo que puede resultar aburrido si has de tragar con soporíferas reuniones de familiares varios que no pueden significar menos en tu vida.
Hay una cosa que jamás he tragado, y son aquellos que se critican la realización de obras benéficas en navidades, subrayando que necesidad hay todo el año. Eso lo podría aceptar de alguien que realmente sea altruista y haga todo este tipo de donaciones o acciones benéficas constantemente a lo largo del año. Pero lo más cómico es que en general, los que realizan esas críticas contra los altruistas ocasionales navideños no son altruistas profesionales de todo el año. Al final no deja de ser criticar por criticar.
La intención para hoy era escribir un cuento. Un cuento de navidad. Pero sin espíritus ni moralinas, ni borrachos solos bebiendo en un sórdido bar mientras ven pasar a las viejas camino de la misa del gallo. Pero no he sido capaz. Así que se ha quedado en nada. Lo que sí que voy a hacer es un top five de las mejores canciones/versiones navideñas:
1.- Chris Isaak: Santa Claus is coming to town
2.- Harry Connick Jr. : Sleight Ride
3.- Otis Redding: Merry Christmas Baby
4.- Brian Setzer: Jingle Bells
5.- Frank Sinatra: Little Drummer boy
2 comentarios:
Joé, es que es escuchar una canción de navidad y da igual quien la cante ¡odio!
PD: Y más después de que mi hermana nos obligara a tragarnos el especial de OT nadiveño (cantaron la de Chris Issak, por cierto)
he de confesar que después de pasarme entre el 22 de diciembre y el 25 escuchando sin parar en casa todas esas canciones, estoy en un estado de saturación de esos en los que escuchar una nota más del santa claus is coming to town y tener ganas de matar, es todo uno...
... pero para el año que viene ya se me ha pasado...
...lo de OT no tenía nombre... sí, yo también tengo hermanas...
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