De
acuerdo, el título podría llevar a un equívoco propio de chiste de
Arévalo, así que me centraré en el neoyorquino. De cómo acabé
interesándome por la carrera de Elliott Murphy, podríamos usar el
tópico del cúmulo de casualidades. Mi primer contacto fue a través
del mítico programa Bulevard, de Radio 3, que escuchaba con bastante
frecuencia y que, de paso, quisiera reivindicar. Entonces, Elliott
Murphy publicaba un disco en directo, recogiendo la que era su
realidad por aquél entonces, un Neverending Tour de conciertos
acústicos junto con la que era su “nueva” mano derecha, su
escudero, un francés que atendía al nombre de Olivier Durand. Sin
recordar muy bien cómo, conseguí ese disco en cuestión, “April”,
del que ya hablé por aquí. Y tras la agradable sorpresa, me dije
que en la primera oportunidad que tuviese, tenía que ver a Elliott
Murphy en directo. Poco sospechaba entonces que esa “primera
oportunidad” se daría tantos años más tarde.
Y
fue la casualidad la que me llevó a Bikini el sábado pasado. A
ultimísima hora, como movido por un resorte, compré entradas en
taquilla, quince minutos antes de la hora marcada, y, oh, sorpresa,
habían tickets. Siempre es agradable volver a un concierto en la
sala Bikini. Buena visibilidad, buena acústica (aunque al principio
del concierto fallara, no por culpa de la sala, sino del
ecualizador), un espacio limpio (que yo me pregunto, ¿qué norma no
escrita indica que los conciertos de rock tengan que ser en pocilgas
con lavabos mugrientos y con tanta roña en el suelo que te quedes
pegado a él?), una camarera bonita que en momentos de poca demanda,
atendía el show moviéndose al son de las guitarras...
Murph the Surf con Olivier Durand en Barcelona (foto de El Periódico de Catalunya) |
No
conocía nada más de Elliott Murphy, nada más allá de los cortes
que componían ese “April” y de un “A Little Push” que sonó
como single en Radio 3 de su disco de 2002. Y aún así, no hizo
falta. En esta ocasión, le acompañaba, además del clásico Olivier
Durand, un bajista y un batería, lo cuál le daba un aire más
rockero a su música, sin restar intimismo allí donde los temas lo
requerían. Aunque un inicio un poquito frío me hizo presagiar algo
malo, al tercer tema ya estaba la sala patas arriba, con un Murphy
que fue de menos a más, que aunque comenzó callado, al poco no
paraba de interaccionar con el público, así, hasta llegar a las dos
horas de concierto. 62 añazos que tiene el amigo. Yo quiero llegar a
los 62 así.
Por
alguna razón, algo en mi cabeza relaciona a Elliott Murphy con el
malogrado Willie DeVille. No sé, ambos de NYC, ambos siempre
moviéndose a la sombra de otras grandes estrellas probablemente
mucho menos dotadas, ambos trufando de versiones sus directos. Con
Willie DeVille no reaccioné a tiempo y ahora es ya tarde para poder
verle sobre las tablas, y me alegro de que no sea así con Murphy. Se
le suele situar a medio camino entre Dylan y Springsteen. Pero lo
diré aquí y ahora, me gusta mucho más la propuesta actual de
Murphy que la de Dylan, y me parece bastante mejor que Bruce
Springsteen.
Y
poca cosa más me queda que decir, tal vez una recomendación, la
próxima vez que Elliott Murphy esté en vuestra ciudad, no dejéis
de verle. Para el recuerdo me queda ese broche de dos temas (“Rock
Ballad” y el celebérrimo “Keep On Rockin' In A Free World”) a
pelo, dos guitarras desenchufadas y sin micro.
Canciones:
Elliott
Murphy: “Rock Ballad”
Joe
Cocker: “Do I Still Figure In Your Life?”
The
Flaming Sideburns: “Flowers”
4 comentarios:
Sinceramente no controlo nada, pero el es típico artista del que la gente habla bien. Sentía curiosidad pero al final falté. Espero en el futuro poder resarcirme.
Esto me recuerda a uno de los conciertos más bonitos a los que he asistido en mi vida, gracias a la insistencia (e invitación) de unos conocidos de Madrid. Fue aquí, en City Hall en octubre, concierto único de Alejandro Escovedo en la península.
Conocía un disco de su hijo y escuché alguna cosilla de él para ver si me apuntaba, pero al final pasé olímpicamente del tema. El caso es que estos amigos se empeñaron en que no me lo debía perder...y al final fue genial, me cayeron hasta lagrimicas.
Me alegro de que disfrutaras. En cuanto a Bikini, no he visto muchos conciertos allí, pero TODOS sin excepción han sonado de gloria.
Pasó por Lleida pero esta vez no pude asistir. Sí que le vi hace 3 o 4 años en la misma sala lleidatana. La verdad es que me lo tuvieron que recordar así que en mi mente no quedó grabada como velada memorable de esas que recuerdas mucho tiempo.
Salut!!!!
Hombre, para ofrecer algo más interesante que Dylan y Springsteen a dia de hoy tampoco hace falta esmerarse mucho (Uy, lo que he dicho!) Murphy, sin ser tampoco santo de mi devoción, lo hace infinitamente mejor. Ya sabes, unos llevan la fama y otros cardan la lana...
Saludos.
TOI BROWNSTONE, seguro que hay otras oportunidades, si algo no deja de hacer Elliott Murphy es girar.
SIMU, bueno, ya sabes, esto es tan subjetivo y tan dependiente de muchos factores externos (y afortunadamente, por otra parte) que pueden pasar estas cosas.
KARLAM, ahí, haciendo daño! bueno, nunca me ha gustado Springsteen, y respecto a Dylan... pues tampoco... quiero decir, sí, una influencia crucial en la música, una figura importante, y blablabla... pero soy incapaz de escuchar un disco suyo entero!
gracias a tod@s y saludos!!
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