Para
que nadie se lleve a equívoco, Mink DeVille era el nombre de la
banda que lideraba, era imagen y alma el malogrado Willie DeVille,
hasta que en 1986, el grupo, como tal, desapareció, y Willie retomó
su carrera en solitario. Todo el mundo conoce al Willie DeVille de
principios de los 90's, cuando se hizo muy popular en España por dos
canciones. Por un lado, su celebérrima versión del clásico “Hey
Joe”, que aunque fuera Jimi Hendrix quien lo popularizó, no era su
autor. ¿Y qué tenía de especial este tema, por otra parte, un
blues bastante sórdido, para que triunfara en las listas españolas?
Pues que contaba con el acompañamiento de un combo de mariachis. Así
va la cosa. Eso fue en 1992, y al año siguiente publicó un disco en
directo, bajo el original título “Willie DeVille Live”, del que
se extrajo otro single que también sería francamente radiado por
las Cadena 100 de turno, me refiero a ese “Demasiado Corazón”,
que explotaba, una vez más, la vena latina del neoyorquino. Y que
nadie me entienda mal, me gustan ambas canciones, solo que me da pena
que un tipo con ese bagaje se viera reducido a compartir espacios con
Juan Luís Guerra o Thalía.
Las
cosas no tardarían mucho en volver a su estado natural, es decir,
Willie DeVille a los clubes y los programas de radio de madrugada,
para desgracia de su bolsillo. Su presencia en los medios
generalistas sería casi efímera hasta las cuatro líneas que le
dedicaron ese fatídico verano de 2009, en que murió, víctima de un
cáncer de páncreas.
Personalmente,
debo reconocer que comencé a descubrir su carrera poquito antes de
su muerte, demostrando una vez más lo oportuno que soy. De hecho, me
enamoré de una canción suya. Tanto, que ahora necesito espaciar sus
escuchas. ¿No os pasa? ¿Nunca os obsesionáis con una canción,
tanto que luego necesitáis semanas o incluso meses de descanso para
poder volver a disfrutarla? Eso me ocurrió a mí con un tema
ciertamente no muy conocido de Mink DeVille, un tema de aires soul
con un acordeón muy francés (o debería decir criollo?) que se
titula “Just To Walk That Little Girl Home”. Llegué a ella de
una manera muy casual, en una recopilación de canciones que alguien
había hecho de un modo casero y a la que accedí mediante el
programa de descargas SoulSeeker... creo... mi memoria no me llega
para tanto.
La persona que luce ese tatuaje tan discretico era la señora DeVille (por aquél entonces) |
Recordáis
SoulSeeker? A priori era el típico programa peer-to-peer, pero a mí
me gustaba por una razón: podías buscar una canción, y cuando la
encontrabas, podías seleccionar el buscar entre los archivos que
compartía ese usuario. Dicho de otro modo, podías fisgonear qué
clase de música tenía esa persona que también poseía el tema que
te gustaba y que andabas buscando. Voyeurismo y melomanía, todo
junto. El icono de acceso al programa, algo así como una especie de
águila muy pixelada, en azul, hacía que el programa fuera conocido
coloquialmente como “el pollo”. Que viva la cultura popular.
En
fin, aquello me llevó a la búsqueda del disco que contenía aquél
“Just To Walk That Little Girl Home”, titulado “Le Chat Bleu”.
Y a la decepción... en todas las tiendas tenían el debut,
“Cabretta” (1977) y su continuación, “Return To Magenta”
(1978), pero ni rastro de “Le Chat Bleu”. Y así pasó un tiempo,
hasta que descubrí ese maravilloso mas peligrosamente adictivo mundo
de las compras online... heroína blue magic para el yonqui... Amazon
genera ansiedad, destroza hogares y convierte cualquier economía
casera en una Grecia cualquiera. ¡Si una vez te has logado, ya no
tienes ni que escribir el número de la tarjeta!!! Cuántas veces
estoy en el sofá, con el portátil, y miro algo susceptible de ser
comprado, pero cuando llega el momento de entrar el número de
tarjeta, y me tengo que levantar para buscarla, abandono la compra
por unos minutos más de mi culo en una superficie mullida. Luego
pasa una mosca, me distraigo, y me olvido de la compra. ¡MaRditos!
Qué bonito era cuando en los vinilos vendidos en España traducían al castellano los títulos de las canciones que estaban "en extranjero" |
Y
el disco, menudo trabajo se saca de la manga Mink DeVille, una
trituradora de soul, de blues, de influencias latinas directamente de
los barrios de Nueva York, romanticismo, pose y unas gotitas de punk
de la Gran Manzana. Afrancesado? Pues yo creo que menos de lo que
Willie DeVille quería. Por supuesto, está “Just To Walk That
Little Girl Home” reinando, pero también la vacilona “Lipstick
Traces”, “Slow Drain”, esa “Mazurka” por la que matarían
Los Lobos y una versión que popularizó el cine (“Sin Aliento”,
“Cry Baby”) y la publicidad, “Bad Boy”.
Qué
puedo decir, es una pequeña maravilla. Como añadido, la Expanded
Edition del disco incluye ocho cortes en directo de la banda entre
1982 y 1984, que me hacen desear haber podido presenciar alguna vez
un concierto de Willie De Ville, algo que obviamente, no será nunca
más posible. Así que aprendamos todos la lección, queridos
amiguitos.
Canciones:
Afghan
Whigs: “John The Baptist”
LCD
Soundsystem: “Drunk Girls”
U2:
“So Cruel”
5 comentarios:
Supongo que te refieres al SoulSeek. Por lo menos yo siempre lo conocí con ese nombre. Sin duda alguna, en su versión para PC el P2P más completo en matería musical. Si no está ahí seguramente no estará en ningún otro lado.
La Casa Azul es un gran disco. Pero para mi gusto Los Lobos tienen multitud de temazos que se mean por Mazurka, y además en directo son imbatibles.
Deberían ficharte para alguna revista de música...o ya no hay de esas cosas?
Si tuviera FaceBook iniciaba una campaña llamada:
" Kar a la Rolling Stone " XDD
Jo, echo de menos disfrutar de la música, desprecintar un disco y escucharlo mirando el libreto, como describes. Ains, qué nostalgia. Voy a escuchar a ese señor del que hablas, que me temo es un poco desconocido para mí.
Besos.
Sé que Willie DeVille merece la pena ser escuchado con más atención, pero por una u otra razón siempre me he quedado sólo con las dos que dices... Hay que profundizar.
¡Saludos y a seguir así!
JOSÉ FERNÁNDEZ, sí, me refería al SoulSeek, no al "soulseeker" como lo he bautizado. Por cierto, y sin querer ser pedante, es El Gato Azul, lo cuál concuerda más con esa aureola romántica de Willie DeVille, aunque también con Roberto Carlos (el gato que está/triste y azul etc...). Respecto a Mazurka, ok, lo reconozco, he sido duro con Los Lobos, que tienen una carrera más respetable que eso, aunque tampoco conozco gran cosa de ellos (toda recomendación será bienvenida).
ROGUE, querida, sí que hay "de esas cosas", por lo menos yo suelo comprar 2 o 3 de ellas al mes, aunque empiezo a sentirme como una reliquia anclada en el pasado. Perdón, que se me acaba de caer el monóculo... mira, en el suelo me acabo de encontrar una moneda de 10 maravedíes... en fin, sigo XD... a lo que iba, si has de iniciar campaña, que sea para Rolling Stone, que me han dicho las malas lenguas que en Popular 1, pagar, lo que se dice pagar, chungo...
EXTER, bienvenida por estos lares... lo de los discos en formato físico es una pequeña obsesión para mí, lo dicho, ahora me veo a mí mismo como si fuera uno de los protagonistas de Los Visitantes... en fin, respecto Willie De Ville, seguro que si buscas en Youtube "Hey Joe" o "Demasiado Corazon", te sonará. Pero insisto, lo bueno viene si profundizas un poquito.
VICTOR HUGO, yo me pasé mucho tiempo ignorando su carrera. Me jode el hecho de haber pasado de él todas las veces que vino en concierto (y a Barcelona fueron varias) y ahora saber que eso nunca pasará. Pero nunca es tarde para disfrutar de sus discos.
Saludos, besos y abrazos. Paz, amor, y Holocausto Nuclear. Gracias por los comentarios.
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