martes, 4 de octubre de 2011

¿Sabes lo que pasa?




Juro que tenía un vago, vaguísimo recuerdo de ésto, pero nunca lo llegué a identificar exactamente. Normal, por otra parte. 1984. Sólo hace 27 años. Por cierto, el Gran Hermano, entonces, no dominaba el mundo. Chúpate esa, George Orwell. Todavía necesitaría unos años más para hacerlo. Pero volviendo a 1984 y mis recuerdos difusos, era capaz de recordar una coplilla que decía algo así como “sabesloquepasacuadodicesquemequieres” y luego “drinking tú, drinking yo”, pero no de ponerle una cara, un nombre, una estructura. Hasta que hace poco, muy poco, llegó a mí en la forma de ese vídeo que he pegado. Lo siento, es que no pude evitarlo. Fue de casualidad, cómo di con él. Dios salve a Youtube, remendador de memorias deshilachadas, y todo el mundo sabe que para las generaciones que crecieron durante los 80’s, recuerdos es igual a imágenes de la tele. Ahora tiene nombre. Y cara. Y una secuencia. Y la verdad, creo que ya estaba bien cuando quedaba almacenado en mi caja de los recuerdos difusos. Ahora es tarde, ya he visto demasiado. Como diría aquél, he visto cosas que vosotros no creeríais. Laín. Por qué?

¿Sabéis cuando ves un vídeo y ya en los primeros segundos te das cuenta de que la cosa no va bien? Pues éste es un claro ejemplo. Desde la presentación del gran Juan Tamariz, esas coristas negras con vestido de flamenca de tienda de chinos, ese bajista que parece que tiene el baile de San Vito y de fondo, él. Aparece ese muchacho detrás del escenario haciendo ese pase de baile que Rodolfo Chikilicuatre dio en llamar “el maiquelyason”, y se planta frente al pie de micro, como el niño que sale a hacer un playback para su función de fin de curso... pero con esa pinta de heroinómano en potencia. Con esa camiseta. Échale la culpa al boogie.

De la canción, poco puedo decir. Las imágenes y la música son completamente autodescriptivas. No, es que no pienso hablar. No voy a perder el tiempo en desarrollar esos coros (uh-ah), esa mezcla castellano-inglés, ese organillo que deja a los gitanos de la cabra en Stravinski… Y la letra. Tiembla, Pablo Neruda.

Luego la cosa se desmadra… arriquitaun-taun-tan-tu-taun, la guitarra española que agarra ese multiinstrumentista, ora en el órgano, ora a las seis cuerdas, que luce una camisa, ojo al dato, con la espalda descubierta, y el amigo Laín agarra un walkie-talkie, precursor del megáfono que usaba Enrique Bunbury en sus conciertos con Héroes Del Silencio. A partir de ese punto, todo va en caída libre.

En fin, a veces es mucho mejor no saber. Que la memoria, traicionera ella, nos deforma todo bajo el prisma que proporciona el tiempo y la autoprotección hacia los malos recuerdos. Que la verdad está sobrevalorada. Que la ignorancia es felicidad. Que todo en la vida es sueño. Buenas noches y buena suerte.

Canciones:

Chris Cornell: "Preaching the end of the world"
Redd Kross: "Dumb Angel"
Fun Lovin' Criminals: "Take me back"

10 comentarios:

sammy tylerose dijo...

Pues yo veo aquí un embrión descarado de "Aserejé". Está Laín detrás de Las Ketchup? Por cierto, que soso el público. Donde están las habituales palmas! Dejan al pobre quillo solo ante el peligro!

Belén dijo...

Prefiero no darle al play...

Besicos

günner dijo...

Lo más grande que vi en años!!!

Pöpujedi dijo...

Un clásico de toda la vida (al menos de la mía). Desde que la escuché de ñajo siempre me ha acompañado (en lo bueno y en lo malo, eh). Otro himno suyo rezaba en el estribillo un machacón "tópico, típico". Un fenómenos, el tíos.

David dijo...

Buen post Kar,

Aunque has dejado varios temas no mencionados que darían en mi humilde opinión para verter ríos de tinta. A saber:

a) La alta calidad de la grabación (BETA/VHS?) y la nostalgia que ha producido en mí el recordar tal cosa olvidada años ha. (Era mejor VHS, que era el que tenía yo, bueno, mis padres)

b) Los "disparos" de la camiseta que lleva Laín. Probablemente de una joven Agatha Ruiz...

c) El tupé del señor (señor?) multiinstrumentalista, sobre el que se pueden construir apartamentos (como en Torrevieja)

d) La apología del Parkinson que realiza tal señor a la guitarra.

Siempre es un placer volver a leerte ;)

kar dijo...

SAMMY: pues no sé si está detrás o no de Las Ketchup, pero desde luego pudiera ser un precedente. Aunque casi prefiero al desastroso quillo de Laín antes que las pijitontas de las Ketchup.

BELÉN: no sé si decirte que haces bien...

GÜNNER: bueno, depende del alcohol que se lleve en el cuerpo...

POPUJEDI: "tópico, típico"... pues ni idea, no me suena... a ver si va a resultar que el tal Laín tiene una carrera musical que ríase de Bob Dylan...

DAVID: Buenos apuntes... por tus palabras parece que debería conocerte, pero no estoy seguro de quién eres... seas quien seas, bienvenido y bienhallado

Víctor A. dijo...

...que bueno eres Chals!

kar dijo...

Tú, que me ves con buenos ojos :-P

KARLAM dijo...

Creo recordar que esto salió en los inicios de La Bola de Cristal (muuundo vieejuuunoo...) y más tarde hubo una posterior versión para un anuncio de aceitunas con el estribillo
-"¿Sabes lo que pasa cuando comes aceitunas?"
-¡Que pasa! ¡Que pasa!
- "¿Que si sabes lo que pasa cuando comes aceitunass?
...

Y hasta ahí puedo contar.

Saludos!

kar dijo...

Amigo KARLAM, tu nivel de memoria resulta entre elogiable e inquietante. En fin, no, no recuerdo ese anuncio que comentas, y casi que es mejor así, menos trauma (juas)

bienvenido por estos lares