martes, 28 de julio de 2009

Slash. Biografía.

Parece que este mes tengo una creciente obsesión por los Guns n' Roses... por lo menos más de lo habitual. En fin, ya se sabe que la cosa va a temporadas. Un día tienes que hacer algo de compra, y paseas famélico por entre los pasillos del supermercado, y de repente las galletas príncipe aparecen frente a tí, como por arte de magia, y tú, que llevabas tantísimo tiempo sin comer esas dichosas galletas, sientes una inusitada necesidad de llevarte una, o varias a la panza. Y las compras, emocionado, y te pasas varias semanas comiendo galletas de príncipe como quien tiene un problema, para cada ocasión, ya sea para el desayuno, para la merienda, porque he cenado poco, porque acabo de llegar a las tantas de la madrugada a casa y tengo un vacío en el estómago. Hasta que un buen día, desaparece esta obsesión. Y aquello sin lo que creías, no podrías vivir, como viene, se va. Qué te llevó a hacer de las galletas aristocráticas una base de tu alimentación? a saber. Y sin embargo, ya no te apetecen. Qué cosas.

Esto de las obsesiones, es lo que tiene, y últimamente los Guns están ahí, permanentemente. Comparar a los Guns n' Roses con las galletas príncipe tiene más profundidad de la que pueda parecer, así, a priori. En esta ocasión, sin embargo, está claro qué ha traído permanentemente a mi cabeza a Axl, Slash y compañía. Y es que hace quince días que acabé de leerme la autobiografía de Slash. El libro no está publicado en castellano, con lo que más de 500 páginas en inglés tienen que tener su interés. Tampoco es que el nivel de inglés sea digno de Oscar Wilde, que digamos, la cosa se hace asequible.

Una autobiografía es, en general, un acto tramposo de lucimiento. Lo cuál no tiene por qué ser necesariamente malo. Y es algo natural. Uno puede contar cosas que se hayan hecho mal, y probablemente cosas de las que se arrepiente. Pero claro, hay que tenerlos muy bien puestos para explicar lo ruín que puede llegar a ser uno. Cualquiera. Yo. Tú. Slash.

En fin, lo que se le puede agradecer al señor Saul Hudson es sobretodo una explicación pormenorizada de los primeros tiempos de la banda, cuando todavía eran un embrión, incluso cuando ya no lo eran, pero ellos aún no se lo creían. Es la parte más interesante de un libro que comienza con la niñez y adolescencia de Slash, algo que no es que mate de interés. Y a pesar de lo tramposo que puede llegar a ser su relato, hay que agradecerle la sinceridad en lo que a sustancias peligrosas y alcoholismos varios se refiere, sin rajarse a la hora de confesar que le daba al alpiste cosa fina, y todo lo que de ello aconteció. Por supuesto que al final se convierte en una historia de redención... antes me metía caca y ahora estoy limpito. Poco importa, ahí parece sincerarse, y le aporta enteros a la narración. Por lo demás, los desmanes y las aventuras de una banda que adoramos.

Compren el libro, Slash necesita su dinero... ahora tiene que dar de comer a dos churumbeles, y el puerco de Axl no le quiere readmitir

Me gusta mucho menos el tratamiento que le da a la época de los Illusions y posterior. Se limita a culpar a Axl de todos los males, de una manera bastante simplista, y a pasar de puntillas por demasiados asuntos. Digamos que despacha los años entre 1990 y 1994 en demasiadas pocas páginas.

Resulta curiosa la descripción de sus relaciones con los gunners. Con Axl, y a excepción de su primerísima etapa, en la que llegaron a compartir habitáculo, parece mostrar una relación siempre muy lejana y distante. A todas luces una visión distorsionada por los acontecimientos, está claro que yo no estaba allí, pero dudo mucho que la relación Slash - Axl fuese siempre tan fría como da a mostrar. Y no deja de resultar paradójico como achaca a Axl todos los aspectos de esa deliciosa pomposidad que adquirió la banda en su recta final: los vídeos, los escenarios mastodónticos, las producciones recargadas. Todos sabemos que en realidad, a Slash le encantaban también esas cosas. A Duff le pinta como el tipo centrado de la banda, a veces algo conformista. Probablemente con su descripción (no explícita) de Duff, es con quién esté más acertado. A Steven Adler también lo hace desaparecer del relato rápidamente. Pasa de narrar su amistad adolescente a casi ni mencionarle, hasta la expulsión. Qué raro, no? Y el que sale mejor parado es Izzy, que parece ser el gran amigo de Slash.

Lo curioso es que ahora necesitaría leer una biografía de la banda hecha por alguien externo y más o menos imparcial. Qué más da. La cuestión es que resulta una lectura básica para todo fan, sobretodo por las interioridades de la creación y consolidación del grupo, tal vez los aspectos menos conocidos. Ahí es donde el libro cobra mayor interés, todos tenemos datos de los grupos cuando son grandes estrellas, pero el conocimiento de cómo se llegó, es algo bastante inédito. Y excesos. Pan y circo. Que es lo que todos queremos!!

Caciones:

The Answer: "Never Too Late"
Depeche Mode: "I feel loved"
Chris Isaak: "Like the way she moves"

8 comentarios:

Belén dijo...

Siempre fue el segundo gunner favorito, siempre me gustó mas Duff, pero me parece un gran guitarrista...

El culpar a una persona me parece bastante simplista pero oye, será que aún tiene rabia...

Besicos

ErikPV dijo...

A mí también me pasa lo mismo con las galletas. Una temporada no paro de comer unas, llega un día y me provocan náuseas. Pero esto nunca me pasará con GnR.

Yo debo admitir que mi favorito de GnR es Axl. Me gusta la juerga polémica. Cuando veía la lucha libre le gritava a Randy Orton para que destrozase a Rey Misterio. Pero si pasaban por ahí Shawn Michaels o HHH que se quitasen todos los demás...

Bueno, volvamos a los Guns. No he leído la biografía, pero creo que debería haber hablado más de los que ahora no son sus amigos. No sé, a lo mejor ahora los quiere zurrar, pero es evidente que antes eran todos uña y carne. Sobretodo Axl y Slash. Si en los conciertos Slash tocaba la guitarra con la cabeza en el hombro de Axl!

Saludo

Möbius el Crononauta dijo...

La culpa es de Yoko Ono.

Yo quiero leer eso, tu

sammy tylerose dijo...

En teoría "Watch you bleed" de Stephen Davis es una bio externa de la banda. Pero se han echado tantas pestes de ese libro, que, teniéndolo en las estanterias de casa, nunca me he han entrado ganas de abrirlo. Como es un regalo de hermano, algún día tendré que ojearlo, pero de momento no apetece.

DumDumBoy dijo...

Hombre, yo creo que uña y carne Slash y nuestro querido cerdo naranja nunca fueron. Izzy y Axl sí.
Quizá es cierto que Slash muestra su relacion con WAR, en el libro, más fría de lo que debió ser, pero no es menos cierto que el tipo se deshace en elogios a nivel creativo y artístico hacia su ex-compi.

Hugo C. dijo...

Completamente de acuerdo con el ánonimo y con Ocean ;P

Y yo que me alegro de que te haya dado por los Guns! Me da bastante curiosidad la autobiografía de Slash, pero es lo que tú dices, habría que leer también algo escrito por alguien de fuera de la banda... y documentado, por dios!!!

kar dijo...

BELÉN, querida, de que es un gran guitarrista, no hay la menor duda. Y sí, supongo que el resentimiento todavía está allí. Besos

ERIK, no me voy a cansar de los guns, sólo que a veces paso etapas más obsesivas que otras. Lo del Rey Misterio me ha descolocado, yo me quedé en Hulk Hogan y los Sacamantecas, pero esa es otra historia. La relación Slash - Axl fue siempre bastante incendiaria y extremada, o se amaban o se odiaban, y yo soy de los que piensan que aquella noche, aquél Slash borracho sí que fue a la mansión de Malibú para proponer un retorno a su banda de toda la vida. Aunque él lo niegue.

MÖBIUS, podríamos considerar que Paul Huge Tobias es la Yoko Ono de los Guns n' Roses.

SAMMY, no he leído ese libro, pero Davis tiene un buen currículum a sus espaldas, con libros como el clásico Hammer Of The Gods,que me gustó mucho, o Walk This Way, con los propios Aero, que tengo en plena lectura, y si Aerosmith confiaron en él, será por algo. Léelo, y ya nos contarás.

DUMDUMBOY, eso es cierto, y le honra, raja lo indecible de Axl, pero a nivel compositivo le pone por las nubes. De todas formas, lo pinta como si entre la etapa en que le alojó en el piso de su abuela y la separación, casi ni se hubieran hablado...

MIKE, el libro que menciona Sammy tiene buena pinta.

PD: por culpa de los putos chinos he tenido que incorporar la palabra de seguridad en los comentarios. Sorry

anxlsunlight dijo...

Kar, en efecto Slash fue a la mansión de Axl para hablar de la reunión. Perla, la mujer de Slash, le convenció para dar el paso, ya que la mujercita odiaba también a Matt y a Duff y por lo visto maneja a Slash a su antojo.

Al final, despues de la visita, Slash casi se queda sin VR y por supuesto sin Guns, porque a Axl le dió por dar aquella nota de prensa chunga.

Marc Canter que es amigo actual de Axl y Slash explica todo esto y más en una entrevista de hace muy poco.