ver parte 4 (...) La gira 40 Licks Tour se basaba en recuperar grandes éxitos de la banda. Hasta ahí, ninguna novedad. Lo que ocurre es que en esta ocasión hubieron tres variantes del show de The Rolling Stones. La primera era el show de estadio, el de siempre, el que llevaban muchos años haciendo, con pirotecnia, y pantallas gigantes. La segunda era el show en teatro. Esto sí que era otra cosa, y se basaba principalmente en una faceta de la banda como se pudo disfrutar en el disco Stripped. Y la tercera era la de sala pequeña. Esta última se reservó a algunos conciertos sorpresa en los cuales los asistentes tuvieron la suerte de su vida. Por supuesto, lo de las salas queda como anécdota. Y lo de los teatros, quedó para EUA y algunos europeos afortunados. Los europeos del sur y el resto del mundo, incluyendo su adorada Argentina, por ejemplo, tuvimos que conformarnos con el show estándar. Ok, conformarnos tal vez no es el verbo más adecuado, pero es que ver a los Stones en, qué sé yo, l’Auditori de Barcelona, desgranando temas como “Sweet Black Angel” o “Love in Vain” sería una experiencia única.
Una vez más planeaba la leyenda urbana de tratarse de la última gira de los Stones. Eso es un reclamo burdo que se viene usando desde que volvieron a los escenarios en el 89. En fin, no negaré que en esta ocasión tenía su lógica, pero que cualquiera que conociera mínimamente a la banda se podía dar cuenta de que no era cierto. Ignoro cuál será la última gira de los Rolling Stones, supongo que cuando no facturen tantísima pasta o cuando Charlie Watts diga que se acabó. Por lo demás, en esta gira se continuó con la fórmula del escenario pequeño en donde tocaban tres o cuatro oldies. Y el repertorio combinó los clasicazos de siempre con algunas sorpresas, como el bloque en el que Keith se dejaba de baladitas aburridas y cantaba “Happy” o “Before they make me run”. Por supuesto, una vez más hubo un sector que se lanzó a cuchillo contra la banda: Que si destrozan los clásicos, que si suenan forzados, que si ... Tonterías. Todo el que estuviera allí y viera la interpretación de “Can' t You Hear Me Knockin' “, una de las sorpresas, y casi el punto más álgido del concierto, si no sintió estar viviendo algo especial, o no le gusta la música de los Stones, o no le gusta el rock n' roll. Aunque si he de ser del todo sincero, me impresionó más la gira anterior. Supongo que el haber sido mi primera vez influyó.
Al finalizar la gira, publicaron el correspondiente disco en directo, esta vez más interesante que el anterior. Esta vez, “Live Licks” era un disco doble, y el verdadero interés estaba en el CD2. El CD1 contenía un poco lo de siempre, ya sabéis, “Satisfaction”, “Brown Sugar”… pero el CD2 era una recopilación de las canciones menos habituales que habían tocado en esta gira, y da gusto oír interpretaciones en directo de “Monkey Man”, “That’s How Strong My Love Is”, el mencionado “Can' t You Hear Me Knockin' “o “Everybody Needs Somebody To Love”.
Y si tal vez alguien se pensaba que la historia se acabaría aquí… noooooo. En 2005, la banda publica su nuevo disco, “A Bigger Bang”. A ver, conste que tenía mucho miedo, por la decepción del trabajo anterior. Sin embargo, ha resultado ser un buen disco. No llega al nivel de “Voodoo Lounge”, y para mi gusto, tampoco al de “Steel Wheels”, pero en el caso de este último, casi, casi. Lo que le mata al disco es su excesiva duración. Los tíos van y se se dedican a grabar un álbum de 16 canciones (!!). Desde luego, le sobran 5 o 6. Y no entiendo a quién se le ocurre grabar discos tan largos, si no estás en el máximo nivel creativo de tu carrera. A pesar de ello, contiene singles interesantes, suena rockero y potente, y acaba aburriendo un poco al final, lo cuál es una pena porque la primera mitad es muy buena. Por supuesto, el rasero con que se mide a un disco de los Stones no es el mismo que con un disco de, no sé, Maroon 5, eso quede claro.
Una vez más planeaba la leyenda urbana de tratarse de la última gira de los Stones. Eso es un reclamo burdo que se viene usando desde que volvieron a los escenarios en el 89. En fin, no negaré que en esta ocasión tenía su lógica, pero que cualquiera que conociera mínimamente a la banda se podía dar cuenta de que no era cierto. Ignoro cuál será la última gira de los Rolling Stones, supongo que cuando no facturen tantísima pasta o cuando Charlie Watts diga que se acabó. Por lo demás, en esta gira se continuó con la fórmula del escenario pequeño en donde tocaban tres o cuatro oldies. Y el repertorio combinó los clasicazos de siempre con algunas sorpresas, como el bloque en el que Keith se dejaba de baladitas aburridas y cantaba “Happy” o “Before they make me run”. Por supuesto, una vez más hubo un sector que se lanzó a cuchillo contra la banda: Que si destrozan los clásicos, que si suenan forzados, que si ... Tonterías. Todo el que estuviera allí y viera la interpretación de “Can' t You Hear Me Knockin' “, una de las sorpresas, y casi el punto más álgido del concierto, si no sintió estar viviendo algo especial, o no le gusta la música de los Stones, o no le gusta el rock n' roll. Aunque si he de ser del todo sincero, me impresionó más la gira anterior. Supongo que el haber sido mi primera vez influyó.
Al finalizar la gira, publicaron el correspondiente disco en directo, esta vez más interesante que el anterior. Esta vez, “Live Licks” era un disco doble, y el verdadero interés estaba en el CD2. El CD1 contenía un poco lo de siempre, ya sabéis, “Satisfaction”, “Brown Sugar”… pero el CD2 era una recopilación de las canciones menos habituales que habían tocado en esta gira, y da gusto oír interpretaciones en directo de “Monkey Man”, “That’s How Strong My Love Is”, el mencionado “Can' t You Hear Me Knockin' “o “Everybody Needs Somebody To Love”.
Y si tal vez alguien se pensaba que la historia se acabaría aquí… noooooo. En 2005, la banda publica su nuevo disco, “A Bigger Bang”. A ver, conste que tenía mucho miedo, por la decepción del trabajo anterior. Sin embargo, ha resultado ser un buen disco. No llega al nivel de “Voodoo Lounge”, y para mi gusto, tampoco al de “Steel Wheels”, pero en el caso de este último, casi, casi. Lo que le mata al disco es su excesiva duración. Los tíos van y se se dedican a grabar un álbum de 16 canciones (!!). Desde luego, le sobran 5 o 6. Y no entiendo a quién se le ocurre grabar discos tan largos, si no estás en el máximo nivel creativo de tu carrera. A pesar de ello, contiene singles interesantes, suena rockero y potente, y acaba aburriendo un poco al final, lo cuál es una pena porque la primera mitad es muy buena. Por supuesto, el rasero con que se mide a un disco de los Stones no es el mismo que con un disco de, no sé, Maroon 5, eso quede claro.
Blondie Chaplin, Darryll Jones, Woody, Keith, Charlie, Mick, Chuck Leavell, (arriba) Lisa Fisher, Bernard Fowler, Bobby Keys... Los Stones y sus compis de concierto.
Y después del disco, viene la gira. Y con ella, el escándalo. Y eso que comenzaron bien, llenando estadios americanos y ofreciendo un macroconcierto gratuito en Rio de Janeiro, para chorrocientasmil personas. Pero luego viene el famoso accidente del cocotero, lo cual no demuestra sino que el alcohol sí que corre por las venas de Keith, y no por las de Ramoncín. Me quedo con las palabras de Sulo, de los Diamond Dogs, que al respecto comentaba algo así como “me hubiera encantado ver la cara de Mick Jagger cuando le dicen que han de suspender los conciertos porque Keith se ha caído de un cocotero”. No deja de tener su punto cómico, es como una parodia del Rock. Y no contentos con anular varias fechas, entre ellas la de Barcelona (para la cual tenía entrada), una afonía de Jagger hace anular sus fechas en Valladolid y en El Ejido (en otra ocasión hablaremos de qué significado tiene que los Stones toquen en El Ejido), pocos días antes, incluso con Ron Wood ya alojado en Madrid, con el consiguiente disgusto del público. En fin, no les defenderé, eso estuvo mal. Aunque también cancelaron bastantes fechas europeas, entre el tema de la caída y otras razones varias, así que al final del verano de 2006 se habló de retomar una mini-gira europea por las ciudades donde hubo cancelación en verano de 2007. Sinceramente, a estas alturas de año, y sin anuncio a la vista, lo dudo. Por si acaso, alejen a Keith de cualquier árbol. (Continuará)
Canciones:
The Rolling Stones: "That's how strong my love is"
The Rolling Stones: "Oh, no, not you again"
The Rolling Stones: "Raw Justice"
Canciones:
The Rolling Stones: "That's how strong my love is"
The Rolling Stones: "Oh, no, not you again"
The Rolling Stones: "Raw Justice"
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