Por si alguien no se había enterado, esta semana se ha conmemorado el 20 aniversario de la caída del muro de Berlín. Lo digo por si hay algún lector que conecta con NDK desde una isla desierta, una celda incomunicada en Alcatraz, o una cueva, o vive en un tonel aislado del mundo cuál Diógenes. Al margen del ataque de viejunismo feroz que me ha entrado, todo este asunto me ha recordado esa época, y lo que yo pensaba entonces. Ponganle una banda sonora de "Winds of Change", de los Scorpions. Por ejemplo.
En esa época entre 1989 y 1991 yo tenía 10-12 años. Y para ser un crío, y eso, claro, lo digo ahora, entonces lo hubiera negado, tenía una cierta conciencia de lo que ocurría. Lo del muro me queda más difuso en el tiempo, pero recuerdo perfectamente los hechos de la Plaza de Tiannanmen, y luego los tanques en Moscú en verano de 1991 y la disolución de la URSS. Recuerdo claramente también las independencias de Lituania, Estonia y Letonia, entre 1990 y 1991, y la ejecución pública de Ceaucescu en Rumanía, el día de navidad de 1989, que emitieron con todo lujo de detalles en TVE.
Claramente, algunos de los pilares establecidos de la sociedad mundial estaban cambiando, y eso me parecía excitante. De repente, las calles se llenaban de manifestantes que se llenaban la boca pidiendo libertad y luchando contra el poder establecido. En la tele, claro, en las calles de Barcelona todo parecía igual que siempre, y como mucho, la gente se manifestaba en la Font de Canaletes cuando el Barça ganaba algo, es decir, muy pocas veces, por aquél entonces. Pero volviendo al tema, en fin, me parecía algo muy interesante. Ciertamente creía que mi generación estaba llamada a cambiar el mundo (insisto que pese a tener sólo 11 años, yo ya me veía como un adolescente dispuesto a la lucha y la revolución). A hacer de él un lugar mejor. No sé si ponerle ahora un fondo musical de "Young Man's Blues" o directamente de "My Generation".
Evidentemente, no sabía nada de nada. Sólo me entraban impactos visuales vía Informe Semanal, y estas cosas. Si incluso la guerra de Croacia, la primera que se llevó a cabo en los Balcanes, me parecía una cosa muy molona, muy romántica, en el sentido literario del término. Un pueblo luchando por su independencia. Y en mi cabeza yo imaginaba a una especie de Rob Roy liderando la lucha de los oprimidos.
Y luego estaban los Scorpions, los putos Scorpions y su puto "Winds of Change", canción que me encantaba en aquella época, incluso había llegado a escuchar una horrorosa versión en castellano de la misma.
Ahora miro atrás y veo qué ingenuidad más brutal tenía. Haciendo una asociación rápida, mi vida estaba cambiando de la más tierna infancia a la adolescencia, y el mundo parecía querer cambiar como yo. Entonces, claro, no era capaz de entender ni de discernir que ni el mundo estaba cambiando como yo lo consideraba, más allá de ciertos actos casi folklóricos, ni seguramente yo era tan maduro como me quería considerar. Y definitivamente, no iba a formar parte de ese cambio. No me duraría mucho más allá de los 13 años esta vena proto-revolucionaria-pre-adolescente.Y sin embargo, por otra parte, no puedo sino pensar que en una época tan gris y cutre como la presente, aquella ilusión infantil que me entraba viendo a la gente en las calles harta de tiranías, cierta ilusión por un cambio, en pos de un mundo mejor, sin maniqueísmos ni intereses creados, sería bonito tenerla.
Y ahora, si me disculpáis, me voy a poner la cancioncita de los Scorpions.
En esa época entre 1989 y 1991 yo tenía 10-12 años. Y para ser un crío, y eso, claro, lo digo ahora, entonces lo hubiera negado, tenía una cierta conciencia de lo que ocurría. Lo del muro me queda más difuso en el tiempo, pero recuerdo perfectamente los hechos de la Plaza de Tiannanmen, y luego los tanques en Moscú en verano de 1991 y la disolución de la URSS. Recuerdo claramente también las independencias de Lituania, Estonia y Letonia, entre 1990 y 1991, y la ejecución pública de Ceaucescu en Rumanía, el día de navidad de 1989, que emitieron con todo lujo de detalles en TVE.
Claramente, algunos de los pilares establecidos de la sociedad mundial estaban cambiando, y eso me parecía excitante. De repente, las calles se llenaban de manifestantes que se llenaban la boca pidiendo libertad y luchando contra el poder establecido. En la tele, claro, en las calles de Barcelona todo parecía igual que siempre, y como mucho, la gente se manifestaba en la Font de Canaletes cuando el Barça ganaba algo, es decir, muy pocas veces, por aquél entonces. Pero volviendo al tema, en fin, me parecía algo muy interesante. Ciertamente creía que mi generación estaba llamada a cambiar el mundo (insisto que pese a tener sólo 11 años, yo ya me veía como un adolescente dispuesto a la lucha y la revolución). A hacer de él un lugar mejor. No sé si ponerle ahora un fondo musical de "Young Man's Blues" o directamente de "My Generation".
Evidentemente, no sabía nada de nada. Sólo me entraban impactos visuales vía Informe Semanal, y estas cosas. Si incluso la guerra de Croacia, la primera que se llevó a cabo en los Balcanes, me parecía una cosa muy molona, muy romántica, en el sentido literario del término. Un pueblo luchando por su independencia. Y en mi cabeza yo imaginaba a una especie de Rob Roy liderando la lucha de los oprimidos.
Y luego estaban los Scorpions, los putos Scorpions y su puto "Winds of Change", canción que me encantaba en aquella época, incluso había llegado a escuchar una horrorosa versión en castellano de la misma.
Ahora miro atrás y veo qué ingenuidad más brutal tenía. Haciendo una asociación rápida, mi vida estaba cambiando de la más tierna infancia a la adolescencia, y el mundo parecía querer cambiar como yo. Entonces, claro, no era capaz de entender ni de discernir que ni el mundo estaba cambiando como yo lo consideraba, más allá de ciertos actos casi folklóricos, ni seguramente yo era tan maduro como me quería considerar. Y definitivamente, no iba a formar parte de ese cambio. No me duraría mucho más allá de los 13 años esta vena proto-revolucionaria-pre-adolescente.Y sin embargo, por otra parte, no puedo sino pensar que en una época tan gris y cutre como la presente, aquella ilusión infantil que me entraba viendo a la gente en las calles harta de tiranías, cierta ilusión por un cambio, en pos de un mundo mejor, sin maniqueísmos ni intereses creados, sería bonito tenerla.
Y ahora, si me disculpáis, me voy a poner la cancioncita de los Scorpions.
7 comentarios:
Aquel año yo tenía 18, una edad en la que la supuesta madurez debe hacernos tomar conciencia de los acontecimientos. Desgraciada o afortunadamente aún no he madurado, así que imagina en aquella época con el "Appetite For Destruction" sonando en mi cabeza constantemente. Pero las cosas cambiaron y en 1992 hice un viaje a Berlín. Fue entonces cuando si caí en la cuenta de lo que allí había ocurrido y de lo que significaba. Pasar por debajo de la Puerta de Brandenburgo, ver las cruces de los que allí fueron asesinados, las torretas de vigilancia, los restos de muro aún casi entero...Han pasado 20 años y lo recuerdo como si fuese ayer. Y lo peor de todo es que superados unos conflictos el mundo sólo ha sido capaz de meterse en otros tan nefastos o peores que aquellos.
Abrazos desde la cueva.
Puto "Winds of Change"... joder es un peñazo de canción. Si en vez de tanta balada hubieran atronado al muro con el repertorio del Tokyo Tapes, el muro habría caido en el 81 no en el 89.
En fin, grandes días aquellos, que pasaban cosas que no entendíamos. Todavía recuerdo a Penev con cariño. Y su huevo. Y la delirancia de Ceaucescu, y sus fotos junto a Felipín.
All in all it's just another brick in the wall
Yo tenía 15 años (uhhh que mayor) y mas bien recuerdo la canción de Pibk Floyd... la de los scorpions era una mierda!!!!!!
;)
Besicos
Muro de Berlín es venirme a la mente Informe Semanal...
Era muy pequeño tenía 8 años y no entendia un carajo, solamente que lo recuerdo con un frio de cojones en aquella villa antes conocia como Ciudad Badía (una de tantas ciudades sin ley de Catalunya)
No, Winds of Change no, dale al Blackout y piensa que está inspirado en el murono lo que sea menos Vientos de Cambio jaj Es curioso, me recuerda de alguna manera a cómo vi lo del 11-S, vendría a ser el equivalente del muro para los que nacimos al final de los 80'. Aunque sin idealismo ni nada, claro. Porque los croatas y los bosnios terminaron tan pringados como los serbios y todo esto es una mierda y sigue igual que entonces. Saludos nihilistas.
BLUE MONDAY, probablemente a los 18 uno está pensando más en mujeres, sustancias y wacanrol que en idealismos. Como a los 12 años no tenía nada de eso, me quedaban los idealismos.
MÖBIUS, qué bueno era Penev... pero en su etapa valencianista, luego, cuando le arreglaron el huevo, perdió su fuelle.
BELÉN, rompo una lanza a favor de los Scorpions ochenteros!! y su versión del "In The Flesh" para el concierto de The Wall era canela. Besos.
JAVIRULI, Informe Semanal era una institución básica!!
AITOR, no te perdiste gran cosa, la verdad...
saludos
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