Entrevistas

Ando últimamente en proceso de buscar trabajo. No se preocupen, amigos, no han llegado tiempos de crisis a Villa Kar y de momento, mi morada no es el puente de la esquina. Simplemente, me planteo un cambio. Nada del otro mundo. Menos trabajo y más pasta. Como objetivo, no me negarán que es loable. El caso es que me encuentro en plena fase de lidiar con unas de esas experiencias kafkianas con las que la vida, traicionera ella, nos obsequia de tanto en tanto: las entrevistas de trabajo.

Ok, seguro que su función y su utilidad tienen. Y probablemente unos mecanismos internos que hacen del leer entre líneas una suerte de arte. Que el entrevistador es como el Gran Hermano, que todo lo ve aunque lo quieras esconder. Que clarividencia, deducción y psicoanálisis son ciencias dominadas por todo entrevistador que se precie. Pero hoy he hecho tres. No una ni dos, sino tres entrevistas. Hoy he demostrado al mundo mi autocontrol para no ejercer la violencia más extrema contra mis interlocutores.

En mi caso, las entrevistas primeras son las más odiosas. Suelen ser con una consultoría de headhunters, o con RRHH, en el mejor de los casos. Los headhunters son lo peor, generalmente no tienen ni idea de quién es la empresa para la que buscan personal, mucho menos los detalles de algo tan importante como un puesto de trabajo... y ellos mismos lo saben, de manera que no pueden sino disfrazar su trámite con vaguedades, tópicos y una serie de preguntas que deben salir en el manual CCC para headhunters. Y yo, consciente de que no importa lo que seas, sino proyectar lo que ellos quieren que seas, desarrollo una telaraña de mentiras tan bien tejidas que ríase usted de Spiderman.

• "Por qué decidiste estudiar XXX???" ... y yo qué sé. Tenía 17 años. Mi mayor capacidad de elección era saber si me ponía más caliente fulana o mengana.
• "Qué te atrae del puesto de trabajo?" Que pagan un pastizal!!
• "Por qué dejaste el trabajo en XXX?" Porque el jefe era un gilipoyas y me pagaban una mierda.
• "Cuáles son tus mejores virtudes?" Soy increíblemente atractivo, mi imitación de Bunbury con 5 cubatas es muy buena, soy capaz de recordar el título del disco que grabó el guitarrista suplente de la banda paralela de Guilby Clarke y además tengo un blog muy molón.
• "Cuáles son tus puntos a mejorar (ergo, defectos)?" Soy vago, asocial, ególatra y me suelo dejar la tapa del water abierta.
• "Cuáles son tus aficiones?" Me gusta el rock n' roll, leer, internet, escribir, salir de fiesta y vaguear.
• "Cómo te gustaría que fuera tu futuro laboral a unos 5 años vista?" Le citaré una frase del gran José Manuel Lara (padre): Un negocio que no te da para levantarte más tarde de las 10, ni es negocio, ni es nada.
• "Estás en algún otro proceso de selección??" Noooooooo!!! Ustedes son los primeros!! Han iluminado mi vida!! Le han dado sentido!! Me han mostrado la luz al final del túnel!!
  

Querían la verdad? La tienen en cursiva. En su lugar, claro, he dado una visión de mí que ríase usted de Waylon Smithers. Lo mío en las entrevistas es un poco como aquél personaje que interpretaba un entonces desconocido Edward Norton en "Las dos caras de la verdad". Purito método Stanislavsky. Serán capaces mis interlocutores de darse cuenta? Es más, hay alguien que no responda a esas cuestiones con "lo que se debe decir" en lugar de la verdad? La respuesta, tal vez en breve. Seguiremos informando.

Canciones:

Mermaid: "Funhouse"
Iggy Pop: "Avenue B"
Monster Magnet: "Powertrip"