lunes, 14 de mayo de 2012

Los asesinos, los suicidios, los visitantes inesperados y Australia


Hace mucho que no escucho a The Killers. Durante un tiempo lo hice, he de confesar. No os creáis, no hay ningún tipo de rubor, si bien es cierto que esta clase de confesiones me resta credibilidad ante la parroquia ruockera de NDK. En fin, de un tiempo a esta parte no creo en los carnets de rockerío que en su momento repartía el apóstol César Martín, y estas martingalas de lo que se debe y lo que no se debe escuchar me la traen bastante al pairo.

Todo empezó hace quince días, cuando leí en el diario la noticia del suicidio de un miembro de la banda. Ahí los amigos de El Periódico De Catalunya jugaron con el sensacionalismo, puesto que el suicida era un tal Thomas Marth, saxofonista no considerado como miembro oficial del grupo, aunque sí un músico de apoyo que llevaba un par de álbumes colaborando con el grupo. Pero claro, vende más si en el titular dice “se revienta la cabeza un miembro de The Killers” que no si se titula “se suicida Thomas Marth, saxofonista conocido por sus colaboraciones con The Killers”. En cualquiera de los casos, en ese momento llamaron a la puerta. Me levanté del sofá a abrir. Lo hice sin escrutar la mirilla, craso error. Abrí y sin mayor dilación me dijo “hola, soy tus recuerdos” y se coló en mi casa. De modo que saqué unas patatuelas y un par de birras. Total, ya lo tenía dentro, qué iba a hacer? Era demasiado grande y fuerte como para echarle a patadas, aunque con gusto le hubiera tirado por la puerta como hacía el Tío Phil con Jazz.

The Killers habían sido para mí los tíos que cantaban aquello de “Somebody Told Me”, un tema que no estaba nada mal. No les tenía sino por unos candidatos a los Jitazos Fugaces, hasta cuando publicaron “Day & Age”, en 2008, si bien, al principio, no le hice mucho caso a ese disco. Sin embargo, en los bares y en las radios, comencé a escuchar continuamente una canción que me recordaba horrores a los U2 de primeros de los 90's, a una canción por la que el Bono de hoy en día vendería a su madre. Supongo que atraído por ese single, un buen día, en FNAC, dando lo que era al principio una inocente vuelta de reconocimiento, me entró uno de esos arrebatos en los que el dinero te quema en las manos, y comencé a coger CD's de los estantes. Sin saber bien cómo, había salido con varios euros de menos, y varios discos de más, fruto de una compra compulsiva. Entre ellos había ese “Day & Age”. Y os diré, queridos míos, que el disco no está pero que nada mal. Es más, me parece un disco de pop fuera de clasicismos y muy interesante. Ecos de los U2 de 1991-1992, aureolas glammy, mucho Bowie, tanto de los 70's como de los 80's, un cierto deje ochentero también en forma de Tears For Fears o, incluso, algo de The Cure. ¿Qué os parece?

Y a la tercera birra, después de gorrearme las patatas, mi invitado forzoso me explicó de qué iba todo aquello. Tres momentos de los tres últimos años vendrían a visitarme como los tres fantasmas que fueron a ver a Evenizer Scrooge, todos ellos por obra y gracia de los dichosos The Killers. Uno de ellos me lleva a mi primer viaje a Australia, en mayo de 2009. Estaba alojado en un jodido suburbio de Melbourne, llamado Kew. Un sitio sin nada que hacer donde tenía un pub cercano en el que pude disfrutar una noche de un partido de fútbol australiano mientras me ponía hasta el Ohio de cerveza, de manera que llegué haciendo eses a mi hotel y me quedé dormido con ropa. Qué queréis, era mi última noche allí.

Y cada mañana, al despertar, encendía el televisor, y sintonizaba un canal de videoclips. Ya sabéis, el típico canal de clips tipo radiofórmula. La radiofórmula en Australia es mejor que en la Celtiberia, os lo puedo asegurar. El caso es que cada maldita mañana programaban los mismos videoclips. A la décima mañana viendo eso, uno tiene la sensación de estar en “Atrapado en el Tiempo” y de que Sonny & Cher están a punto de sonar. Me salvaba un clip, el de “Spaceman” de The Killers, un tema que me recuerda un poco al Bowie de “Diamond Dogs”. En cualquiera de los casos, ya esperaba, cada mañana, mi sesión de “Spaceman”, para poder arrancar el día. Ponerme a cantar y bailar esa canción, en calzoncillos, en mi habitación, se convirtió en un ritual.

Y después de esta confesión, me perdonaréis que no dé más detalles de los otros dos fantasmas/momentos que me visitaron. Cuando se acabó la cerveza, mi asaltante se marchó de casa, aunque el muy ladino se despidió con un “hasta la próxima” que me tocó las narices.


Canciones:

The Killers: “Spaceman”
Iggy Pop: “Dum Dum Boys”
R.E.M. : “Driver 8”

6 comentarios:

Unknown dijo...

The Killers me gustó a partir del Sam´s Town, poco después, me aburrieron sobremanera. Otra banda que quiere cogerle el rebufo a Oasis, pero sin éxito. ¡Un abrazo, kar!

Toi Brownstone dijo...

Epic Fail que no nos cuentes las otras dos visitas...

No puedo opinar sobre The Killers, como bien sabes, hasta hace bien poco ni siquiera había escuchado a la Cyrus, es decir, que a veces estoy tan inmersa en mi burbuja particular que determinado material pasa desapercibido.

Aitor Fuckin' Perry dijo...

Maldita sea, te leo y me convences. Entonces pongo el video, y no puedo verlo entero. Acto seguido veo el comentario de Álex y me entran espasmos. Ni naciendo veinte veces podrían pillarles el rebufo. Así no suenan The Killers:

http://www.youtube.com/watch?v=iry81ZBfQt4

Lavada la imagen monoceja, decir que es que no puedo, esa producción pseudoochentera feat. modennna... ya me pueden decir Bowie, que norl. En todo caso, con tal de llevar la contraria a César Martín y su secta, te apoyo.

kar dijo...

ALEX PALAHNIUK, la verdad es que no les veo parecido ninguno con Oasis, ni creo que pretendan cogerle el rebufo... si ni siquiera son británicos. Lo suyo es una sonoridad descaradamente pop con ciertos aires de modernez. Y Oasis son mucho mejores, dónde va usté a parar, lo de The Killers es mucho más discretito.

TOI BROWNSTONE, no puedo contar las otras dos, too much personal stuff, ya sabes... En cuanto a The Killers, probablemente si hubiera escogido el primer single del disco (Human), te hubieran sonado más...

AITOR FUNKIN' PERRY, en algo estamos de acuerdo, The Killers no tienen nada que ver con Oasis y desde luego, juegan en otra liga. El ochenterismo de ese disco es, precisamente, lo que me subyuga... y aunque el tramo intermedio del CD se convierte en un páramo de 4 canciones francamente olvidables, su inicio y su final contienen momentazos. En lo que a la secta César Martín, bueno, yo soy como esos misioneros católicos que les dan condones a sus negricos para que no se infecten de SIDA... estoy con la secta en cierto modo, pero marcando mis propias reglas.

Hale, abrazos, besos y arrumacos varios.

Karioshi dijo...

Despues de este testimonio, queremos más detalles de los otros dos fantasmas urgentemente.

kar dijo...

no si no se me proporciona la cantidad suficiente de alcohol...