domingo, 9 de marzo de 2008

El loro

De un tiempo a esta parte vengo encontrándome con una situación que no deja sino de producirme una desagradable sensación de déjà vu. Supongo que muchos os habréis encontrado también con la misma experiencia, la de andar caminando por la calle, o sentado en un transporte público, y de repente, escuchar una cancioncita (habitualmente reggaetonera, dance, dance latino o similar). Al principio parece ser un tono hortera para movil. Pero resulta persistir. Cógelo ya, piensa uno para sus adentros. Pero no para de sonar. En ese momento es cuando te das la vuelta para darte cuenta de que no, no era una llamada telefónica, es alguien que está escuchando música con el móvil desde el propio altavoz del teléfono. Así, impunemente. Es de agradecer que en un mundo en el que los sentimientos y la solidaridad parecen ser vestigios del pasado, alguien quiera compartir su música con los demás. Gracias pero no.

En fin, un par de décadas de evolución (o casi debería decir Revolución) tecnológica para acabar recayendo en un viejo conocido: el loro. Sí, amiguitos y amiguitas, el viejo loro, ese radiocassette que hace años veíamos por las esquinas de los barrios. La cinta de cassette hizo que la música se pudiera llevar con una cierta comodidad fuera del vetusto mueble que alojaba el tocadiscos. Y el radiocassette era el laboratorio mágico donde la música hacía de catalizador a la rebeldía juvenil asociada a la música. Ya sea rap en las esquinas, jevi en los bancos o rumbitas en la playa. La magia del lenguaje moldeable y veloz hizo que rápidamente se asociara la imagen del fulano con un radiocassette al hombro con el de un pirata con un loro en el mismo lugar. Al final, el caso era dar por culo con la música a todo trapo.

Cambio un teléfono por esto...

Y cuando parecía que el walkman, luego el discman y finalmente el mp3 había devuelto la cordura a las personas y la tranquilidad a las calles, de repente esa estúpida moda de hacer sonar la música en alto desde el móvil invade nuestras calles, plazas y transporte público. No, gracias, no quiero escuchar La 5º Estación, Melendi o el Reggaeton de turno. Tanta generación iPod y tanta hostia para acabar usando móviles de última generación como un vulgar loro. Auriculares para todos ya!

Canciones:

The Beach Boys: "You still believe in me"
Monster Magnet: "2,000.000 light years from home"
The Clash: "Rock the Cashba"

5 comentarios:

Belén dijo...

Anda que no flipabamos nosotros con el loro en la pisci si señor ajajajajajajjajaja

Besicos

kar dijo...

pues ahí no estoy de acuerdo... nunca he hecho uso de loro ni similares, o sea que ni loro ni móvil. Auriculares para todos ya!!

besos

Anónimo dijo...

Pues tienes razon ya me ha pasado 4 o 5 vecesir en el transporte publico y tener que soportar el reggaton o la musica lolaila de algun "gilipollas" que no debe saber como destacar, incluso en una ocasion amenizado todo ello con los propios coros del portador del movil. Que se compren unos auriculares y que dejen de dar por culo.

Lae dijo...

Presimante hace poco comentaba con un amigo el tema de la música del móvil en el bus. Con todos los artefactos que hay ahora para escuchar música tienen que usar el móvil y molestar al personal. Además es cierto que siempre es reggggggetonnn o hip hop o movidas de estas.
Efecto mariposa?

criscarmona dijo...

jejeje buenisimo!!!!!!!
tienes toda la razón del mundo... no se estas jovenes generaciones a donde van ni de donde vienen...