martes, 29 de mayo de 2007

La ley de la calle

... de Susan E. Hinton.

Menudo libro!! Me lo regalaron cuando yo tenía, creo, 12 años. Tal vez 11. Me lo leí de un tirón. Me quedé impresionado por El Chico De La Moto, incluso por el desdichado Rusty James, siempre deseando haber sido otro tipo, en otro tiempo. Aunque creo que siempre estuve más cerca del tontín de Steve que de Rusty James (y ya no digamos del Chico De La Moto). Era de las primeras veces que leía un libro "no infantil". Y ha sido uno de los libros que he leído enteros en varias ocasiones. Todavía lo tengo en casa de mis padres. Creo que debería recuperarlo un día de estos. Yo era un niño, por más que reivindicara mi adolescencia. Siempre fuí un niño listo, y por lo tanto, creía que el ser inteligente, a veces más que mis compañeros, implicaba ser mayor. Con la perspectiva que me ha dado el tiempo, veo que no es así. Era un niño y lo fuí muchos años más, que no depende sólo de la inteligencia, digamos, personal, sino también del desarrollo de la inteligencia emocional. En fin, que me voy por las ramas paseando por lodazales psicotécnicos que se me escapan, y me dan bastante igual.

Crío o no crío, me sentía un adolescente y ese libro, que me hablaba de pandillas, de chicas, del instituto, pero con cierta crudeza, sin el edulcorante de las series de TV me encantó. Sólo pensaba en estar en la calle, en reunirme con los amigos, en charlar sentados en bancos, esquinas o escalones que considerásemos como nuestro territorio, en chicas,en fumar, en vestir de tejanos y llevar tupés engominados... ni siquiera me interesaba el rock, por aquel entonces, pero aquello, que no dejaba de ser pura actitud rockera, me atrajo completamente. Mi barrio, uno de los considerados marginales de Barcelona, podía ser perfectamente el distrito de los "empaquetadores". La filosofía de vida de Rusty James, contando la vida a través de los veranos, era toda una verdad en aquella época en que el verano duraba casi tres meses (desde mediados de junio en que acababan las clases hasta casi finales de septiembre que comenzaba otra vez el instituto) y no tenía un duro, por lo que no podía hacer otra cosa que estar tirado por la calle, cada tarde, con los amigos. Yo quería ser Rusty James, y no Steve.

Sin duda Matt Dillon era el tipo adecuado para encarnar a Rusty James

Muchos años más tarde vi la película. Fue hace tres o cuatro años. Es decir, diez años más tarde de cuando leí la novela. Ya sabía que existía una peli acerca del libro, y que era de Francis Ford Coppola. Lo ponía en la cubierta del libro. Pero nunca la pude ver. Hasta que aquel año el cine Meliés hizo una retrospectiva de cine americano de la contracultura adolescente. Pasaban también Easy Rider o American Graffitti. Y Rumble Fish, de Coppola.

Por supuesto, nada más leerlo en el periódico, quise ir. Iba con mi novia, y ella no era capaz de entender mi excitación al respecto. Para ella, simplemente la llevaba a ver una peli de hacía 20 años, en B/N y versión original. Como suele pasar en estos casos, la película supuso una pequeña decepción. Y eso que la elección de Matt Dillon y de Mickey Rourke no me puede parecer más acertada. Pero no me transmitía lo mismo que el libro. Por supuesto, era imposible que me transmitiera lo mismo. Ojo, no quiero decir que la película no me gustara, al contrario, sólo que el libro es el libro. Yo soy yo , y mis circunstancias. Afortunadamente, libros, películas y discos van ligados a unas circunstancias emocionales que los marcan a fuego.

PD: post de febrero de 2006

Canciones:

Depeche Mode: "Comdenation"
Brian Setzer Orchestra: "Americano"
Pearl Jam: "Sometimes"

14 comentarios:

Anónimo dijo...

"El noi de la moto"!!!! Lo tengo ante mi, ya con las páginas algo amarillentas (la segunda edición, la mía, es del 88. Hace ya 20 años!!!!!!!) pero intacto y en catalán. Cuando pueda le hago una lectura rápida, para refrescar la memoria.

Y ya puestos, en mi estantería todavía conservo algunas otras perlas con las que disfruté en aquella época:

-Diari d'un jove maniàtic: un libro muy cachondo sobre el día a día de un joven hipocondríaco con las hormonas alteradísimas.
-Mecanoscrit del segon origen: un magnífico libro orientado a los mayores, más reflexivo y utópico, pero que leíamos con estusiasmo los más jóvenes.

Con esta entrada has conseguido que tome consciencia del tiempo trascurrido hasta hoy y lo rápido que lo ha hecho. ¡Maldita sea!

Saludos.

kar dijo...

yo lo tengo en edición castellana, y supongo que hablamos del año 90 o 91... leételo otra vez, además, recuerdo que era muy cortito...

Diari d'un jove maniàtic!!! yo también leí ese libro, en el cole... la verdad es que me lo leí con 10 años, y a esa edad no entendía mucho de qué iba ese libro, era un poco niño... digamos que mis hormonas todavía no habían explotado. Con el paso del tiempo recuerdo vagamente algunas cosas (la fiesta de fin de año, la hermana pequeña siempre alérgica, las paranoias por el hecho del vello corporal)... Tempus fugit, amigo mío, no lo dudes.

Belén dijo...

Mi libro de adolescencia era Guardian entre el centeno... juas

Americano de Brian??? MOLA

besos

Anónimo dijo...

"Yo soy yo y mis circunstancias", ¿Eres Ortega, y Gasset son tus circunstancias?
Y después de este chiste (si es que se puede llamar así), malo pretencioso y pedante, hago mutis por el foro y reflexiono cabizbaja sobre la (des)gracia = (falta de gracia) que acabo de perpetrar. Prometiendo enmendarme si mis "Gasset" me lo permiten.

Anónimo dijo...

A mí también me mandaron en el instituto 'Rebeldes' de la misma autora, y del mismo palo... con Ponyboy, Sodapop.
100% recomendable para cualquier adolescente!

kar dijo...

por partes... Belén, el guardián entre el centeno también está comentado unos posts más atrás, pero lamentablemente,lo leí no hace mucho, y no me produjo el impacto emocional de La ley de la Calle. Americano de Brian moooola, pero (y ahora el pedante soy yo) siempre me gustó más la versión original italiana de Renato Carosone ;-)

Dracma, siempre podías haber recurrido a la gracieta de Ortega y Gasset, dos grandes escritores... perdón, voy a vomitar. La analogía Gasset=Gracia ha tenido su aquél, eso sí.

Rebeldes, la novela, no la he leído, sí que vi la película no hace mucho, pero me gusta más la que titula el post.

DumDumBoy dijo...

Rebeldes y La Ley de la Calle son películas que me encantan.
Siendo Rebeldes más ingenua y La ley de la Calle más metafísica, más profunda por así decirlo me parecen dos caras de la misma moneda e imprescindibles.
Sólo he leido la novela de Rebeldes que me parece muy parecida al libro. ¿Tiene la novela de Rumble Fish ese poso más trascendental del film?

kar dijo...

bueno, podría decirse así, en tanto el personaje del chico de la moto está mucho más desarrollado, así como la relación que se establece entre Rusty James y él. Destila ese poso de nostalgia que siempre siente Rusty James por los tiempos que nunca vivió, aunque le hubiera encantado.

Anónimo dijo...

Yo no me he leído el libro pero el reaprto de la película es sin duda muy carismático. Mickey Rourke sin botox, Tom Waits haciendo de padre borracho. Lo único que no me convence es Matt Dillon, no por su interpretación, sino porque lo veo con cara de buen tipo.

El Mecanoscrit del segon orígen es bigger than laif!

kar dijo...

nooo, tom waits es el barman agobiado porque los chavales ocupan sus mesas sin apenas gastarse pasta... el padre es otro grande, Dennis Hoopper!!

el mecanoscrit me lo dejó una compañera de clase, hace 9000 o 10000 años, pero lo cierto es que no me lo leí... tal vez debiera retomarlo??

DumDumBoy dijo...

Es que Rusty James es un buen tipo, algo ignorante e ingenuo que intenta hacerse el duro para parecerse a su hermano.
Yo creo que la interpretación de Dillon es magnífica.
El chulito macarra callejero con buen fondo por excelencia... muy parecido al Dallas de Rebeldes aunque este último más curtido más desencantado con la vida.

kar dijo...

Rusty James es un pobre chaval que quiere vivir en un mundo inexistente y que tiene idealizado

anxlsunlight dijo...

matt dillon en esa peli esta soberbio. No hay mas que hablar. Es el verdadero protagonista.

Anónimo dijo...

Ey ey, ey, que me he equivocado en Tom Waits. Pero en lo de Matt Damon me ractifico. Muy buena interpretación pero el bueno de Matt en sus años mozos parecía un yogurín, el típico delegado de la clase. Aunque pensándolo bien, tal y como dice dumdumboy quizás sí que el objetivo era mostar a un buen tipo con ideas confundidas.