sábado, 2 de mayo de 2009

Kar USA Tour Spring '09: San Diego (y final)

La última parada de mi tournée americana está en San Diego, digamos, la última ciudad importante antes de la frontera con Mexico. De hecho, tampoco es San Diego, sino una ciudad residencial muy cercana llamada La Jolla. No, no es una falta de ortografía: lo escriben así. Y para ser sinceros, si relato esta última etapa, es más por coherencia y para explicar el final de mi gira americana que por el interés que pueda despertar esos cinco días que allí pasé.

Desprovisto de coche, estaba a la merced de taxistas que no tienen ni idea de cómo llegar a los sitios (es algo entre sorprendente e indignante... no me pasó con uno ni con dos: fueron todos los taxis que tomé) y el deficiente sistema de transporte público, autobuses en este caso, que hay en ese bendito país. No me extraña que expedan carnets de conducir con 16 años.

En contra de lo que pudiera parecer, en San Diego los negros no son, ni de largo, la minoría racial más extendida. Tampoco en el resto de California. En San Diego son especialmente abundantes los hispanos, por cuestiones lógicas de cercanía, y sobretodo los asiáticos: chinos, coreanos, japoneses y filipinos. Los trabajos en el sector servicios siguen siendo casi exclusividad de los hispanos. Yo, por mi parte, me quedé con las ganas de ver la frontera y de pasar a Tijuana, pero me recomendaron muy encarecidamente que no lo hiciera. Claro que luego me dijeron algo así como "bueno, quizás como tú hablas español...". Ok, gracias, como yo hablo español los cárteles mexicanos no se montarán un partidito de "soccer" con mi cabeza. Y yo que quería pasearme por ahí canturreando aquello de "South on the border, down Mexico way, that's where I fell in love...".

La temperatura de los tres primeros días era de unos axfisiantes 30-35ºC, pero de repente, el jueves cayó en picado. Y mi gran aventura era conseguir un sitio para cenar en el que no sirvieran pizzas, hamburguesas, tacos o chuletas. Nunca pensé que diría eso, yo, amante como soy de comer basura. Pero es que todo tiene su límite!!

Lo único interesante que hice fue tomar el autobús y acercarme una tarde a la playa. Las puestas de sol allí son bastante espectaculares, y me paré en una zona que despertó mi más ruín y absoluta envidia. Nada de pamplinas de "envidia sana" ni hostias. Un barrio al lado de la playa, compuesto a base de casas unifamiliares de madera (el material típico de construcción para las casas allí) con su jardincito y su valla, y todo ello pegado a una bonita playa. Y lo más extraño era que no parecía un barrio de especial lujo. Obviamente el hispano que limpiaba los wáteres del centro comercial no vivía allí, pero tampoco es que pareciera Beverly Hills.

Por la tarde, los surfers aprovechaban las últimas olas y grupos de chavales encendían hogueras en una especie de barbacoas de piedra habilitadas en la arena para ese propósito, lo cuál, no nos engañemos, por más bucólico que pueda parecer, creaba una humareda en toda la playa que para qué. Y una vez más, el ritual de arremangarme los pantalones y bajar a que las olas mojaran mis pies. Seguramente aquellas olas las había cabalgado Eddie Vedder en sus años mozos, antes de mudarse a Seattle. Aunque en aquella tarde, algo gris, lo que me venía a la cabeza era tararear el "'Til I Die" de Brian Wilson.

Y con esto, se acabó mi periplo estadounidense, con muchas ganas de volver a casa. Que hartito estaba ya de los Estados Unidos, por más que me guste el país. Qué importa. Al fin y al cabo, probablemente habrá un Kar USA Tour Summer '09. Pero de eso hablaremos otro día.

Canciones:

The Beach Boys: "'Til I Die"
The Four Tops: "Bernadette"
Depeche Mode: "Wrong"

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