miércoles, 25 de junio de 2008

Viaje a NYC. Día 5: Harlem, Brooklyn y el Memorial Day

Tras unos días de paréntesis, retomaremos el relato de mi viaje a NYC. Y lo hacemos plantándonos en el 5º día. Hoy es lunes, pero sin embargo es un día festivo. En la tele hace tiempo que anuncian programación especial para hoy, y esas cosas. Hoy es el Memorial Day. El chico del hotel me informa que se trata de una celebración en memoria de los caídos en las guerras. Muy yanki todo. De hecho, en un canal temático hacen una maratón de películas bélicas, programando desde "La Gran Evasión" hasta "Rambo", pasando por "Los Cañones de Navarone". No creo que proyecten "Nacido el 4 de Julio".

En fin, con este ambiente de puente tomamos el metro temprano por la mañana, destino a Harlem. Atrás quedan esos años 80's de máxima degradación del barrio, azotado por el consumo de crack. Y mucho más atrás las noches de Harlem de primeros de los 60's. Ya no se trata de una zona poco recomendable para visitar, si bien no se trata de Union Square precisamente. El metro nos deja en la avenida Luís Muñoz Marín, en pleno Harlem Español, donde hay un grueso de población puertorriqueña y dominicana. El día surge radiante, y se nota que es festivo por la poca actividad que se detecta. Pero nuestro objetivo está en el Harlem negro, el de la avenida Malcom X y el Boulevard Dr. Martin Luther King. En esta última calle destaca la multitud de iglesias que hay, una cada tres esquinas. Arquitectónicamente sin interés alguno, unos locales más o menos acondicionados, de diferentes ramas cristianas (protestantes, baptistas, ...) y todas ellas con un cartel o un atril en la puerta donde indican el nombre del reverendo que oficiará misa, y a mí no deja de recordarme a esos teatros donde fuera muestran el nombre de la primera estrella.

Nos adentramos en el barrio y la cosa comienza a verse más cercana a la idea que uno tiene de Harlem. No hay una sensación de peligrosidad ni una degradación muy exagerada, pero no es un lugar para "pasear". Yo, que he vivido casi toda mi vida en la Zona Franca de Barcelona, no podía dejar de recordar mi antiguo barrio. Cuanto menos llama la atención ver a dos blanquitos paseando por esas calles un día festivo de buena mañana. Por si acaso, hablamos entre nosotros en un español muy clarito, para que se vea que somos "de la rassa". Porque nuestro objetivo es llegar a la calle 125, donde se sitúa el mítico Apollo Theatre.

Un pedazo de historia de la música, pero bastante decepcionante...

La 125 es una calle más ancha y con más vidilla comercial. Y allí está, el teatro que fue cuna y también prueba de fuego para todo aquél que tocara soul o R&B. Para el recuerdo quedan, claro, discos míticos en vivo allí registrados, como los de Sam Cooke o de James Brown, quien tuvo su capilla ardiente en el teatro. Sin embargo, la decepción me invade cuando veo el teatro no solamente cerrado, sino que externamente no hay nada que muestre su pasado histórico. Nada!! Ni una triste foto, ni un cartel. Nada de nada, por lo menos en la entrada. En fin, no puedo más que tomarme una instantánea no sin pensar que cómo se puede dejar un lugar con tanta historia de esa manera.

En la 125 veo también muestras del movimiento negro más radical, un tipo tiene en la calle un tenderete donde vende memorabilia de la Nación del Islam, con libros y DVD's de gente como Louis Farrakah. Otro tipo vende fotografías de finales del s.XIX y principios del s.XX donde muestra el mercado de esclavos, muestra esclavos con marcas de latigazos, fotos de fulanos con la ropa del KKK, de negros ahorcados tras un linchamiento en un pueblo del sur o simplemente de las horcas que colgaban de algunos árboles en señal de aviso de lo que les pasaba a los negritos malos de Carolina del Sur.

Aquí ya está todo el pescado vendido, de modo que me dirijo a la otra punta de Manhattan, hacia Brooklyn. Brooklyn me lleva a Paul Auster y a una Nueva York de barrio con sentimiento de pueblo. De hecho, fue una localidad independiente hasta que en 1898 decidieron unirse a la gran ciudad. La parte del puente es la zona bohemia del barrio y recibe el cachondo nombre de DUMBO, que no es más que el acrónimo de down under the Manhattan bridge overpass. El puente de Brooklyn reina en el paisaje y la zona se compone de reformados almacenes portuarios. Hoy está resultando ser el día más soleado y caluroso de todos los que he pasado en la ciudad, y bajo el puente, junto al río, hay unos terrenos con parques, césped y decenas de personas preparando un picnic, paseando al perro o pescando. Me siento en unas rocas a pie de río, con Manhattan al otro lado y el puente por delante y se trata de uno de esos momentos tontos que uno recuerda como de lo mejor del viaje. Me resulta un lugar excelente para sentarse, disfrutar del día, de las vistas que te transportan directamente a las películas de los 70's, relajarse y disfrutar.

Vale la pena sentarse un rato aquí, a disfrutar simplemente de estar ahí.

Y como experiencia final, no hay que dejar de cruzar el puente a pie. Se trata de un paseo largo y con un handicap, está lleno de gente. Lleno hasta la exageración. Pero se trata de una de esas cosas como subir al Empire State Building: hay que hacerlo. Y disfrutar de las vistas, a un lado Coney Island, al otro la Estatua de la Libertad, y al frente el skyline de Manhattan.

Si no es por el balón y el cartel, a ver quién es el guapo que dice que aquí se juega al basket...

Hoy es mi última tarde en la ciudad, y decido invertirla en pasar por Virgin (en Times Square) y gastar unos cuantos dólares más en chucherías. Pero antes paso por el Madison Square Garden, un lugar espectacular porque parece cualquier cosa menos un pabellón deportivo. Parece más bien un edificio de oficinas, y no es de extrañar. El tipo de la puerta me informa de que puede ser que en un piso se juege un partido de Hockey Hielo mientras que en otro piso hay un concierto!!! Y al contrario que en el Apollo, hay memorabilia, fotos de viejas glorias de los Knicks, de Muhammad Ali, de Elvis... un lugar emocionante. Una vez en Virgin, la oferta es brutal, camisetas de Bowie, de Kiss, de Ramones, de Police, de The Clash, de RATM, pero también de Indiana Jones, de Bender o de Padre de Familia. Muñecos, tazas, pegatinas, chapas, por no hablar de los CD's y los DVD's. Aunque paradójicamente, eso último es lo menos interesante. Hoy en día en Barcelona puedes encontrar los mismos CD's y DVD's. Pero la memorabilia no. Al final, acabo con dos camisetas, una muy molona de Mick Jagger y otra que tenía muchas ganas de tener, con el logo del Bada Bing, de mis adorados Soprano.

Mañana por la mañana tengo la última media jornada y siento que me faltan muchísimas cosas por ver, por sentir y por vivir en esta ciudad. Tendré que volver. Por la noche, veo en las noticias que siete personas han muerto en un tiroteo en Harlem.

Canciones:

Guns n' Roses: "Better"
Prince: "1999"
Def Leppard: "Put some sugar on me"

4 comentarios:

Belén dijo...

Cuando estuve en New York, Harlem y Bronx lo hicimos en un viaje organizado del hotel y la verdad es que no me enteré de mucho, eso si, acabamos en una misa gospel en Harlem bailando como posesos...

Y yo, mitómana perdida, cuando pasé el puente, no odía evitar que en algún lugar de la ribera se había filmado las escenas de Annie Hall de Allen, aissssss

Besicos

Anónimo dijo...

Bonita jornada, visita a sitios míticos,¿quién no ha soñado con asistir a un concierto en el Madison Square Garden? relax frente a un escenario de película y menos mal que el Harlem ya no es lo que era por el crack, sólo cayeron siete en un día.

Un saludo.

criscarmona dijo...

Hermoso dia,
me alegro mucho que hayas disfrutado tanto este viaje.
Esperamos el último dia!!!

Besitos Kar!!!

PD: nos pondrás fotos de los regalitos que te compraste?
jejeje.

kar dijo...

Belén, lo de la misa de Harlem me lo ofrecieron, pero fíjate, pensé que era meterme donde no me llamaban (aunque la curiosidad me picaba).

Manurhill, de verdad que el Madison me impresionó, más de lo que hubiera pensado.

Cris, alguna de las camisetas desde luego sería para foto... ya veremos.

saludos, besos, abrazos y arrumacos varios