domingo, 21 de octubre de 2007

USA Kar Tour 2007. Día 3: De hippies, presos y chinos

Despierto bastante más descansado, con mi emisora de alternative rock. El menú de hoy lo componen Foo Fighters, QOTSA y… ta-ta-chaaaannn, “Heart-Shapped Box” de Nirvana. Creo que no había escuchado esa canción en una radio desde 1993. Parece ser que mis intestinos me han dado tregua, así que puedo lanzarme a otra ingesta masiva de junk food. Ducha, un afeitado que borre toda sospecha de pertenencia a Al-Qaeda, y a la calle, que todavía hay mucho que ver. Como quiera que vivo en Barcelona, y conozco bien Sitges o la zona de Chueca en Madrid, no me impresiona un barrio gay, de modo que a la zona de Castro decido no ir de visita: demasiadas cosas que hacer en poco tiempo!!


Mi primer destino es, pues, Chinatown. El barrio chino de Frisco es uno de los más “genuinos”, ya que la población china de la ciudad es la más antigua de toda América. Miles de chinos llegaron a estas tierras a mediados del siglo XIX y se establecieron como mano de obra barata. Hoy en día, sin embargo, la población de origen chino, japonés o asiático en general (coreana, vietnamita, …) supone cerca del 40% de los habitantes de San Francisco. El Chinatown de San Francisco concentra a la población más genuinamente china, no la “americana pero con ojos rasgados”… en ese barrio se puede vivir sin tener ni idea de inglés!! Tiendas de tonterías, muy similares a las de cualquier ciudad española, se mezclan con tiendas de comestibles chinos, restaurantes chinos, tiendas donde se vende prensa china, música china o DVD’s de películas chinas. Supongo que habrán también decenas de talleres ilegales llenas de inmigrantes sin papeles trabajando a destajo. Por otra parte, también mucho hay de folklore y de punto de interés turístico. Lo cierto es que es como viajar a la China dentro de la ciudad y su arquitectura con esas formas de pagoda tan características tienen su qué.

Pekín? Shangai? No, San Francisco

Pero no hay tiempo que perder… ayer contratamos un pequeño paseo en barco por la bahía. Mis pretensiones eran ir a Alcatraz, pero oh, sorpresa, las excursiones a Alcatraz son exclusiva del ayuntamiento, sólo su compañía puede operar, y por consiguiente, hay que pedir tickets con uno o dos días de antelación. Como mínimo, este otro barco bordea el islote, aunque sin pararse. Pasa también por debajo del Golden Gate Bridge, que es el puente adonde van los suicidas de San Francisco (como muestra, hay placas con el teléfono de la esperanza en sus pilares), y se da un paseíto por la costa, que gracias al soleado día que hace, nos permite tener una buena panorámica. Pero vamos, que para mí, el atractivo principal es Alcatraz. Y la verdad es que de cerca acojona. Algunas informaciones dicen que tres tipos lograron fugarse y nunca más se supo de ellos, otras dicen que eso no es más que leyenda. Yo tengo mis dudas, además, el agua por ahí no es tranquila y suele ser muy fría. Los edificios de la prisión están algo desastrados, de hecho, la isla estuvo abandonada unos años, desde que la prisión dejó de funcionar, en 1963. En el 67 los descendientes de los indios de la Bahía la okuparon, reclamándola como suya. Por supuesto, el brazo fuerte de la ley no tardó en caer sobre ellos y actualmente es la atracción con más visitantes de la ciudad. El preso más célebre fue Al Capone, quien acabó muy deteriorado psicológicamente.

Aunque por supuesto, mi última tarde en la ciudad se la reservaba al mítico barrio hippie de la ciudad, de hecho, la cuna del hippismo, me refiero a Haight Astbury. En fin, la historia es por todos conocida, ese barrio fue una de las zonas con el máximo desarrollo de esa contracultura de los 60’s. De hecho, San Francisco ya fue una zona apreciada por los beatniks, es decir, de amplio bagaje contracultural. En Haight Astbury tenían sus casas las bandas-comuna Grateful Dead y Jefferson Airplane. Como quiera que los primeros nunca me han interesado mucho, y que de los segundos tampoco conozco demasiado, no me dediqué a peregrinar en busca de esas casas. Simplemente me apetecía pasear por allí. El problema es que antes se necesita llegar. Definitivamente, esta no es una ciudad para moverse con transporte público. El metro para cerca, de modo que decido tomarlo. Para mi sorpresa, el expendedor de billetes sólo admite importe justo y además en monedas… eso es motivar al usuario!! En fin, no sin cierta contrariedad, llego por la tarde, cuando el sol ya se está poniendo. Y no me decepciona. Es evidente que 1967 quedó muy lejos, hoy en día abundan las tiendas de ropa de 2ª mano y decenas de personas buscando una buena prenda vintage cool. Sin embargo, no es raro ver hippies viejunos, y algunos jóvenes con pretensiones de ser los nuevos Allen Gingsberg o Marty Balin. También hay mucho homeless bastante perjudicado por las sustancias, inofensivos no obstante. Y por poco se me cae la lagrimilla al ver una librería repleta de volúmenes empolvados acerca de la anarquía, el comunismo, y la revolución, regentada por un pelanas que fumaba en pipa. Tabaco, quiero decir. Por lo menos en aquellos momentos. Lo digo porque en Haight Astbury es más fácil comprar una pipa para hachís que un periódico. Cafeterías con encanto y casas victorianas de tonos pastel completan un paisaje urbano ciertamente atractivo.

Amoeba Records, en el 1855 Haight St.

Hacia el final de la calle Haight se encuentra Amoeba Records, una de las tiendas de discos con más solera. Al principio me apabulla la cantidad de material que hay, pero lo mejor es cuando me topo con la sección de ofertas… centenares de CD’s interesantes al miserable precio de 1’99$ ... y encima, si comprabas cuatro, uno de ellos te salía gratis. Total, que salí con 12 CD’s, todos ellos nuevos (no de segunda mano) por sólo 19$, vamos, al cambio, unos 15€. Caen discos de Stone Temple Pilots, Ocean Colour Scene, Royal Crown Revue, Babes In Toyland, Oasis, The Bellrays… claro, mi CD de Nazareth de ayer, comparado con estos precios, me pareció un timo!!

Canciones:

Héroes del Silencio: "El mar no cesa"
Lou Reed: "Lady Day"
Amy Winehouse: "Rehab"


3 comentarios:

Belén dijo...

Me estas recordando al reportaje que hizo César martín sobre los 101 días en América! jajajajjjajaja

besosssss

kar dijo...

bueno... lo mío es mucho más humilde que lo de César Martín, AKA The Man... en fin, yo soy de los que disfruta con los textos de The Man, de modo que lo considero un elogio.

Besos

Anónimo dijo...

Amigo Kar,

Recuerdo dos cosas de alcatraz:
1-Que tuve que comprar los tickets con 2 meses de antelacion
2-Lo genial que era la visita nocturna a la Roca. Simplemente, acojonaba y mucho