domingo, 12 de agosto de 2007

Cine Paris

El otro día paseaba por la calle Portal de l’Àngel cuando me llevé la desagradable sorpresa de que el edificio que alojaba el Cine Paris había sido demolido. Ya sabía que ese cine cerraba, lo que ocurre es que una cosa es leer una noticia en un periódico y otra muy distinta es verlo derruido, reducido a un simple solar. 79 años de cine, que se dice pronto, reducido a escombros. El cine pertenecía al Grupo Balanyà, que gestiona otras salas y (ojo al dato) la plaza de toros de Barcelona. En este caso, por lo visto, Inditex les hizo una oferta que no pudieron rechazar. Y es que yo creo que esa calle debería dejar de llamarse Portal de l’Àngel para llamarse Calle Amancio Ortega.

Amancio Ortega escucha una recomendación sobre un local

Bueno, es un hecho que en ciudades como Barcelona, cualquier cine con una o dos salas, solamente, está destinada a desaparecer. A no ser que se especialice (qué sé yo, cine de autor, cine VOSE o cine hindú). Es evidente que no es más que una respuesta a los tiempos que corren, y a las necesidades o preferencias del público. Así, resulta algo extraño relatar una elegía al Cine Paris, cuando hacía años que no iba a ese cine. Cuando yo mismo, cuando voy al cine, miro primero la cartelera que ofrecen los cines de centros comerciales, principalmente por la facilidad que ofrecen en un desplazamiento con coche, ya sabéis, fácil acceso y aparcamiento gratuito. Cosas de vivir fuera de la ciudad. Lo malo es que multitud de películas interesantes no se proyectan en esas multisalas, que en general se reservan para los títulos más taquilleros. Y el público que acude a menudo es bastante quinqui. Entonces, ¿por qué sigo yendo a esos sitios? ¿tanto pesa la comodidad?... me temo que sí. Cruel paradoja, el sitio apesta, cines como el Paris tienen diez mil veces más encanto, pero al final acabo yendo a lo cómodo, aunque cutre.

Del Cine Paris ahora mismo me vienen dos recuerdos. El primero, el estreno de Trainspotting, sería el año 96, o algo así. Fui con unos amigos del instituto de quienes hace años que no sé absolutamente nada, y claro, salimos flipando con la peli. Aunque creo que no entendí gran cosa y me quedé en la cara gamberra y cachonda. El segundo recuerdo es Romance X, una película francesa pseudo erótica que parecía pretender recuperar el estilo de finales de los 70’s y primeros 80’s… una basura que ignoro por qué ha venido a mi cabeza. De eso hace ya unos añitos, y tal vez fuera la última peli que vi en esa sala.

Canciones:
Jane’s Addiction: “Everybody’s friend”
Johnny Cash: “One”
Redd Kross: “The Faith Healer”

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,

Es una pena que poco a poco vayan cayendo los cines de una o dos salas. Del París, en particular, al igual que tú, no hace mucho que me di cuenta de que, en su lugar, se había creado un inmenso... solar. Me quedé un poco impresionado. Da pena, la verdad.

Pero la inercia es a eliminarlos todos para crear mini-multicines, más trentables, con tres, cuatro o seis salas más pequeñas donde antes había una. Y con eso se va acabando con otras cosas: ya no verás taquilleras para toda la vida, como en 'Anita no perd el tren'.

Y todo, estoy seguro, porque el cine que se hace hoy en día es malo, en términos generales, quitando algunas perlas alemanas (¡qué buen cine hacen!)o algunas asiáticas que siempre son un gozada pero que tienen poco apoyo. Y, al ser malo, la rotación de las pelis es enorme, porque los bodrios no duran más de dos semanas en cartelera y es necesario estrenar nuevas pelis contínuamente, hechas con prisas, si quieren mantener las salas más o menos llenas. El mercado cinematográfico se ha acostumbrado a engullir películas medicores a 'tuttiplén' y a esperar algún gran estreno durante el año. ¿Podrían plantearlo al revés, verdad? Más cine de calidad, bien hecho, y menos rotación.

La maquinaria americana nos ha invadido de hamburguesas y mucha porquería cinematográfica. Éso sí que es triste.

Saludos.

PS: Lo siento por el tocho pero es que siento mucha indignación al respecto. Y más cuando los precios de las entradas no paran de subir y de una forma tan escandalosa.

Lae dijo...

Yo, también recuerdo varias pelis que he visto en el cine París, muchas veces, con la sala medio vacia, que es lo que pasa cuando vas a ver pelis que no son comerciales y vas a cines tipo
Paris. Aunque tienes razón, yo tb voy cada vez más a los multicines.

Me parece que decir que el cine que se hace hoy en día es malo, es generalizar demasiado, no? Si que es verdad que se proyectan muchas pelis chorras americanas, pero no creo que el cine de hoy en dia sea malo, solo hay que escoger bien lo que vas a ver.

kar dijo...

lo de que el cine es cada vez más malo es algo que probablemente las personas que vieron de estreno "LA noche del cazador" pensaban en los 70's... "sólo hacen películas de coches que saltan por los aires y de catástrofes", dirían. Sí que es verdad, sin embargo, algunas cosas que apuntas, como el hecho de encontrarse con una carrera frenética de estrenos... cuántas cintas se estrenan en un año? se estrenan, se proyectan, se consumen y desaparecen, deprisa, deprisa! Es evidente, sin embargo, que el negocio del cine ha cambiado. Ahora la pasta está en otros medios... o acaso hace unos años nos imaginábamos ver series de tv tan elaboradas y tan buenas como se están haciendo hoy en día?

kar dijo...

PD: ventura pons ya lo anunciaba hace años, recordemos que a Anita la prejubilan cuando cambian su cine por un multisala

Anónimo dijo...

No sé vosotros pero yo hace tiempo que no salgo de una sala con el regustillo de acabar de ver una peli de calidad. Por una que veo decente (ya no digo un peliculón, porque éso sí que es un rara avis), tres o más son un truño. Y mira que selecciono todo lo que puedo...

Y me da rabia tener que ir siempre a un Verdi o Renoir para ver pelis medianamente decentes (incluso en éstos, de vez en cuando ponen algun cagarro, pero se lo perdono porque no es la tónica habitual).

Y sé que los exhibidores son conscientes de ese problema de falta de calidad (y no les gusta), provocado por la imposición de las productoras americanas que, si quieres comprar una peli de calidad, tienes que llevarte el pack completo: es decir, 1 buena + 5 pastelones. Y si no, no hay trato.

Para mi, la prueba determinante de esa mala calidad es la rotación, como digo.