sábado, 23 de diciembre de 2006

April

Hay en el libreto de este disco una foto bastante definitoria. Se ve a nuestro hombre, guitarra acústica en mano, saltando en pleno éxtasis de guitar-hero para rasgar las cuerdas, en una pose más propia de un joven Pete Townshed que de un concierto acústico. Pero es que este acústico de Elliott Murphy no es como unplugged de Baby Face. Lo de este disco es purito rock and roll.

Yo no conocía de casi nada a Elliott Murphy. De hecho, es uno de los que se podrían calificar como “malditos” de la historia del rock. Ya sabéis, el típico songwriter que pese a tener gran talento y sentir la admiración de tipos que cuentan sus ventas de discos por cientos de miles, apenas es conocido, apenas junta un puñado de seguidores en las salas donde toca y definitivamente, no se puede permitir el tirar un piano de 50000 $ por la ventana de su mansión. Y lo cierto es que si di con este disco, “April”, fue por casualidad. A finales de los 90’s, Elliott Murphy realizó una larga gira (en tanto un concepto como el de “gira” se puede aplicar a un tipo que vive en permanente contacto con la carretera), en la que contaba con el único apoyo de un músico francés a la guitarra, Olivier Durand. En una estampa de lo más quijotesca, Murphy, armado de acústica y harmónica y su escudero Durand, recorrieron escenarios tan insólitos como Hostalets de Balanyà, desgranando en formato acústico gemas históricas de su repertorio. Durante esa época Murph The Surf era un habitual de los escenarios catalanes, y de esa época le conocí. Hasta entonces, sólo sabía de él que tipos como Peter Buck de R.E.M., Lou Reed, Tom Petty, John Mellencamp, Elvis Costello o Bruce Springsteen hablaban maravillas de su música. Al conocer del lanzamiento de este trabajo, en 1999, fui a por él.

Portada quijotesca y rockera a la vez

Y definitivamente, “April” no puede decepcionar. La música de Murphy bebe del cantautor de los sesenta, pero no calca impunemente a Dylan. Obviamente, el de Minnessotta es una influencia, pero también lo son Hendrix, el blues y sobretodo la música más genuinamente neoyorquina (no en vano, él mismo procede de la Gran Manzana) como la de Velvet Underground o NY Dolls. Pero des de primeros 80’s la relación de este tipo con Europa fue a más, hasta que finalmente se instaló en París, ciudad que le va que ni pintada.

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro

Y en este disco la presenta en un estado de pureza e intensidad brutal. El título, “April” viene de una cita del poeta T.S. Elliott, “April is the cruelest month”. Y en su interior, Durand y Murphy tocan piezas a medio camino entre el blues, el rock y el folk más dylaniano, los dos solitos. Dos guitarras. No echas de menos a una banda. Versionean con acierto temas taaaan populares como “Gloria” de Them y “Wild Horses” de los Stones, y en definitiva, son capaces de llegar incluso a los más escépticos.

Murphy y Durand, on stage

Ignoro qué fue de la vida de Murphy tras este disco en directo. Sé que grabó un siguiente trabajo, esta vez sí, con una banda, en formato eléctrico, del que escuché alguna cosa pero me pareció decepcionante. Y por lo que he leído en su página web, ahí sigue, grabando música, tocando en cualquier lugar e incluso tiene tiempo para escribir una novela. Sé que debería escuchar más discos de Elliott Murphy. Pero es que el listón está alto.

Como muestra, os dejo el que para mí es el mejor momento del disco:

Elliott Murphy – Party girls & broken poets/Gloria

http://rapidshare.com/files/8674530/Elliott_Murphy_-_Party_girls___broken_poets___Gloria.mp3.html

1 comentario:

kar dijo...

una suerte... lo de la banda, no me extraña, por europa se hace acompañar por miembros de esos tal storming mondays que tuvieron 5 minutos de fama... pero nada, un bluff de gente... sin embargo, elliott murphy es un tipo con mucha clase